Cada colaborador de los Ministerios Kenneth Copeland tiene algo que las personas que viven en el mundo no tienen. Tiene algo que sus vecinos y otros miembros de su familia quieren. ¿Cómo lo sé? Bueno, lo sé por la Palabra de Dios. Pero también lo sé porque leo o escucho casi a diario al respecto.
Lo veo en sus ojos o escucho de ello en las vidas de los colaboradores que conozco en nuestras convenciones y campañas de victoria. Lo leo en la cantidad de cartas con testimonios que recibimos. Escucho acerca de los colaboradores que llaman a dar sus testimonios.
Las personas que dejan que la Palabra incorruptible tenga acceso completo a sus corazones son diferentes. Dios está obrando en sus vidas. ¡Él los está bendiciendo!
Del mismo modo, sé que puedas mirar ciertas áreas en tu vida y digas: “Sí, pero la obra está muy lejos de estar terminada”. Y probablemente estés en lo cierto. Pero, ¿puedo decirte algo? Todos estamos en la misma barca. Todavía estamos creciendo. Todos tenemos necesidades.
Esa es la razón por la que Dios nos ha entregado unos a otros en colaboración. Necesitamos los dones del ministerio de los hombres y mujeres como mi papá y mi mamá. Necesitamos que la Palabra no diluida nos cambie, nos ensanche, insistiéndonos que seamos todo aquello que Dios espera que seamos. Y también necesitamos saber que otras personas están orando por nosotros.
Nuestros colaboradores están cubiertos con oración
Con frecuencia mi papá lo menciona, y hoy también quiero recordártelo: si tú eres un colaborador de los Ministerios Kenneth Copeland, nunca estás sin oración. Piénsalo. Todas las mañanas, mi papá y mi mamá te presentan delante del trono de Dios. Ellos se mantienen de acuerdo contigo por el cumplimiento de cada promesa que Dios le ha dado a cada una de las personas que creen Su Palabra y colaboran con Él en la Tierra en el Ministerio de la Palabra.
Además, cada día de la semana laboral estás en medio de las reuniones de oración de más de 500 personas―los empleados de los Ministerios Kenneth Copeland en todo el mundo. Nosotros empezamos nuestro día orando por ti. Entre otras cosas, oramos por el cumplimiento de tu llamado y tu destino en Dios, y porque experimentes favor e incremento en tu vida. Con gratitud, recodamos que tú eres el que se mantiene en fe con nosotros y nos habilita a alcanzar al mundo que de otra otra manera, estaría sin esperanza.
También, existe otro grupo de oración del que eres una parte vital―más de 323.267 colaboradores. Imagínate el poder del acuerdo, a medida que consistentemente oramos y nos mantenemos firmes entre nosotros por la manifestación de la plenitud y el desbordamiento de Dios en nuestras vidas. No sólo eres un colaborador con KCM, sino que también eres un colaborador con todos los otros colaboradores que le han respondido a Dios en Su llamada a apoyar este ministerio con sus oraciones, su ofrenda inspirada por Dios y otros actos de fe.
Esto representa muchísima oración, muchísimas relaciones en el evangelio y ¡muchísimo acuerdo en lo que concierne a que las promesas de Dios se manifiesten en tu vida! De esta clase de relación ministerial era a la que el Apóstol Pablo se refería en su carta a sus colaboradores en Filipo (Filipenses 1:3-6). Y es a eso a lo que estamos comprometidos en los Ministerios Kenneth Copeland.
La colaboración se trata de relaciones
La razón por la que estamos aquí es para apoyarte en la fe, en oración y con recursos bíblicos. Estamos comprometidos a más que orar contigo cuando estás atravesando desafíos en tu cuerpo, finanzas o relaciones. Estamos aquí para darte los recursos de enseñanzas que necesitas para edificarte en la Palabra de Dios, para que así puedas mantenerte firme en fe contra cualquier tormenta de la vida. Y ahora, con la nueva comunidad de colaboradores en línea (disponible sólo en inglés), también puedes conectarte con otros colaboradores para compartir y apoyarse mutuamente, sabiendo que tienen una base común de fe. Adicionalmente, la nueva cadena de «La Voz de Victoria del Creyente» (disponible sólo en EE.UU.) ofrece enseñanzas 24 horas al día los 7 días de la semana para que puedas sumergirte en la palabra de fe en cualquier momento en el que desees.
El reporte más maravilloso que podemos recibir de ustedes, nuestros colaboradores, es escuchar que cuando las pruebas vienen―los síntomas se manifiestan, la economía fluctúa, y ocurren mal entendidos―¡la Palabra de Dios se levanta en su espíritu y sale de su boca con valentía y autoridad, aun antes de que tengan tiempo de pensarlo!
La oportunidad de servirte es nuestro mayor honor. Haremos cualquier cosa que Dios nos encomiende y equipe a hacer para proveerte con las enseñanzas y el aliento que necesitas para ser fuerte en la fe y el amor en cada área de tu vida.
Estamos trabajando juntos, firmes, apoyándonos los unos a los otros y creciendo a la estatura de la plenitud de Cristo (Efesios 4:13).
¿Cómo es la diferencia entre tú y este mundo confundido y atemorizado?
Es como el día y la noche.