‘¡Su Palabra se ha hecho viva!’
Desde que tengo memoria, he tenido un leve tartamudeo. Pedí oración porque estaba empeorando y afectaba mi trabajo. Me empezaba a molestar y temía ir a trabajar.
Le di mi vida a Cristo en 2016 y he estado escuchando a KCM. He recibido sanidad para el dolor de espalda y otras cosas, pero nunca se me había ocurrido creer para sanarme de la tartamudez. Me había estado sintiendo muy débil en mi espíritu durante los últimos meses, así que decidí orar en el espíritu todos los días. ¡Qué cambio tan grande ha provocado! He estado orando en lenguas antes de comenzar mi día y antes de irme a la cama, y meditar más en la Palabra de Dios. Estoy pasando más tiempo con Dios, ¡y Su Palabra se ha hecho viva! El hermano Copeland dice que la Palabra de Dios es más real que cualquier otra cosa, y he recibido la revelación de lo que eso significa. ¡Me siento tan diferente y lleno de alegría! Estoy agradecido por KCM, y todo el honor y la gloria son para Jesús.
Hoy en el trabajo apenas tartamudeé. Sé que Dios ha terminado de sanarme. También estoy agradecido de haber sido bendecido con otro trabajo con mejor salario.
S.H. | Texas
‘Bendecida de poder ser una colaboradora’
Kenneth y Gloria, y a todo el equipo de KCM: me siento bendecida por poder ser colaboradora de KCM, porque sé que puedo llamar y recibir ayuda cuando sea que la necesite. Siempre recibo un toque de Dios y Su poder sanador cuando llamo y hablo con ustedes. ¡Este ministerio me ha revelado tantas cosas acerca de la Palabra de Dios! Muchas gracias.
Sherry F. | Pocomoke City, Md.
‘Gracias a todos por orar por nosotras’
Solo me gustaría darles las gracias a todos por orar por nosotras. Mi madre tuvo un ataque de vesícula biliar justo antes del Día de Acción de Gracias. Los médicos decidieron operarla el 14 de diciembre de 2017, así que mi mamá llamó a la línea de oración y les pidió a todos que se unieran a ella y a mí en oración para una rápida recuperación y una cirugía sin sobresaltos. Ella se recuperó rápidamente; gracias, Jesús.
Ahora los médicos habían estado preocupados por su hígado. La estaban diagnosticando con cirrosis hepática. Bueno; mi mamá y yo, como creyentes en Cristo, reprendimos ese diagnóstico y una vez más llamamos para pedir por oración de sanación. Como ya está escrito: donde se reúnen dos o más, allí estaré en medio de ellos.
Quiero darles testimonio: el poder de la unción de Jesús comenzó a funcionar, los resultados de los análisis de laboratorio de mi madre y la biopsia en su hígado resultaron negativos. ¡Alabado sea el Señor! Gracias una vez más por unirse conmigo y con mi mamá en oración. Gracias, y Dios los bendiga.
M.P. | Clint, Texas
‘¡Sana y Completa!’
Asistí a una reunión de KCM en el 2018. Richard Roberts les pidió a las personas que estaban experimentando problemas cardíacos que se levantaran de sus asientos. Me puse de pie. Durante años he sufrido de frecuentes palpitaciones de corazón, algunas tan fuertes que podía bajar la mirada y ver mi blusa en movimiento. Al irme a la cama esa noche, podía sentir mi corazón latiendo de manera irregular. Pero, desde esa oración esa misma noche, mi corazón ha estado latiendo normalmente. ¡Alabado sea el Señor, estoy sana y completa!
Vicki S. | Morton, Ill.
‘Las cosas cambiaron rápidamente’
Llamé a la línea de oración de KCM en septiembre porque mi esposo me dijo que quería el divorcio.
Tenía miedo y estaba dolida, pero después de orar con los ministros y de declarar que no nos divorciaríamos, sino que seríamos restaurados, las cosas cambiaron rápidamente. Mi esposo se me acercó en espacio de una semana y me dijo que él no deseaba divorciarse, y arrojó los papeles que tenía previsto presentar. Gracias KCM por sus oraciones.
K.M. | Pensacola, Fla.
Recuerda haber sido sanada cuando tenía 6 años
Ni siquiera estoy segura de cómo comenzar a escribirles. Es uno de mis primeros recuerdos. Una de las primeras sanidades que recuerdo haber recibido fue en 1981, cuando tenía 6 años. Tenía un terrible dolor de oído y fiebre. Era domingo y mamá decidió que deberíamos quedarnos en casa. Sabía que era lo suficientemente malo porque nunca nos quedábamos en casa. Ella dijo que escucharíamos el programa ese día. Me dolía tanto que mi único consuelo era que ella mantuviera su mano sobre el oído. Conocía el versículo acerca de Jesús imponiendo Su mano sobre los enfermos y que ellos fueron sanados. Ese día fue la hermana Gloria quien ministraba. En un momento dado, ella miró directamente a la cámara y dijo: “Alguien está siendo sanado en sus oídos.” Oró y le ordenó al dolor que se fuera.
A partir de ese momento, se fue. Salté del sofá y mi mamá y yo le dimos gloria a Dios. La unción era muy fuerte y mi corazón de niña estaba abrumado. Quiero que sepan que ninguno de mis hijos ha sufrido de infecciones de oído como otros niños. Mi doctor incluso hizo referencia a ello. ¡Dios es tan bueno! Gracias por su implacable enseñanza sobre la fe y la Palabra.
Mi esposo y yo somos colaboradores con ustedes y queremos agradecerles. Estamos orando por ustedes y por el ministerio: declaro vida, paz y abundancia sobre ustedes. Estoy realmente agradecida y solo quería tomarme un momento para decirles gracias, ¡y que los quiero!
S.M. | Cleveland, Tenn.