¡Superkid, este año realmente está volando! Y es por eso que viviremos nuestras vidas a propósito, para que cada hora cuente para Jesús y Su reino (Sus planes, Sus caminos, Sus propósitos).
Eso suena genial, ¿verdad? Sin embargo, si no nos detenemos a pensar en lo que REALMENTE significa entregarnos a Él en cada hora y en cada situación, el tiempo y la vida se nos escaparán. Entonces este mes, nos detendremos y lo pensaremos.
24/7: “24 horas al día, 7 días a la semana”. Queremos pertenecerle a Jesús TODO el tiempo… no solo la mayor parte del tiempo, ni solo los domingos, o todos los días excepto cuando te quedas en casa de un amigo o cuando estás en el colegio. Todo el tiempo significa TODO el tiempo. Anclar tu vida a Jesús cambia la forma en la que vives.
Cuando nos acostumbramos a tomar nuestras propias decisiones, podemos olvidar hablar con Él todos los días sobre lo que deberíamos estar haciendo; no solo sobre las cosas grandes, sino también sobre las cosas pequeñas. Es fácil caer en el hábito de buscarlo y preguntarle cuando necesitamos algo, en lugar de caminar y hablar con Él 24/7.
Esto puede abrirle la puerta a lo que yo llamo el “SÍNDROME DEL MICRÓFONO DE ORO”. ¿A qué me refiero? El síndrome del micrófono de oro es cuando nuestra idea de servir a Jesús es el de una vida de iglesia perfecta. Ministrarle a los demás, preferiblemente con un micrófono en la mano, es cuando se nos presenta fácil: cuando eres la parte principal en el musical de la iglesia o el elegido para orar por la ofrenda. O, cuando alguien te pidió que le contaras acerca de Jesús, y te escuchó de veras y quiso pedirle a Jesús que viniera a su corazón cuando terminaste de compartirle tu testimonio. No me malentiendas, ¡me gustan esos momentos! No solo puedes compartir a Jesús, sino que también te sientes especial cuando puedes cambiar la vida de alguien compartiendo el secreto mejor guardado del mundo: ¡JESÚS! Es en esos momentos cuando es fácil servir a Jesús y ser un testigo para Él.
¿Qué pasa con el colegio, con los amigos, cuando ves televisión o cuando estás enojado, herido o molesto por algo? ¿Entonces qué? ¿Qué controla tus pensamientos en esos momentos? ¿Quién está a cargo cuando llega el momento de las tareas? ¿Cuándo es hora de jugar o tienes tiempo libre? Estoy describiendo tu vida cotidiana normal. ¿Jesús sigue recibiendo tu atención?
“Comandante, ¿te pasó algo?”
Recientemente recibí revelación de una escritura que he leído de cierta manera toda mi vida. Leámosla juntos (con mis comentarios):
Segunda Timoteo 2:19, La Traducción de la Pasión, dice: “Pero el fundamento firme de Dios tiene escrito sobre sí mismo estas dos inscripciones: ‘¡El Señor Dios reconoce a aquellos que son verdaderamente suyos!’ ¡Sííí! ¡Yo le pertenezco! y, ‘¡Todos los que adoran el nombre del Señor Jesús deben abandonar la maldad!’” Para ti, Superkid, esto significa rechazar cualquier versión retorcida de aquello que Jesús ha planeado para tu vida. Él te ha llamado con un propósito definido.
Un recipiente de Dios puro
“En un palacio encuentras muchos tipos de recipientes y vajillas para diferentes usos. Algunos están bellamente incrustados con oro o plata, pero algunos están hechos de madera o loza; algunos de ellos se usan para banquetes y ocasiones especiales, y algunos para uso diario.” (versículo 20). Superkid, aquí mismo es donde cambió mi comprensión de lo que significa caminar con Jesús. Entendí que siempre debía actuar con pureza para ser un vaso de oro, apartado para ocasiones especiales para ser usado por Jesús. Pero, mira la siguiente parte: «algunos para el uso diario.» Luego me impactó: si pienso en la vida con Jesús de esta manera, solo estaré buscando servirlo en las ocasiones especiales que parecen iluminarme, dejando de servirle en los momentos cotidianos. Su punto se establece claramente a continuación.
«Pero tú, Timoteo, no debes ver tu vida y tu ministerio de esta manera. Tu vida y tu ministerio no deben ser deshonrosos, ya que deben ser un recipiente puro de Cristo y dedicado a los propósitos honrosos de tu Maestro, preparados para toda buena obra que Él te pida que hagas.» (versículo 21). Nuestro objetivo no es ser un recipiente especial que trata de ser puro, sino un recipiente PURO de JESÚS, DEDICADO para CUALQUIER trabajo que Él tenga para nosotros en CUALQUIER día. Debemos estar listos para ser Su Reality Show las 24 horas del día, ya sea listos para el micrófono dorado o para la tarea más sucia e ingrata que Él quiera que hagamos. Es por demás honroso mantener tu mente en Él y tu contenedor (es decir, TÚ) lleno de Su Presencia, listo para TODO BUENA OBRA que Él te pida que hagas. La pureza no se basa en lo que TÚ haces, sino en que te llenes con ÉL. Tú eres un CONTENEDOR PURO DE JESUCRISTO. Guau.
Qué honor más grande es ese, sirviéndole a Jesús y sirviéndolo a ÉL para los demás, como un camarero en un restaurante. Eso, sin importar si es de una manera llamativa y sorprendente o simplemente viviendo tu vida cotidiana. De hecho, si sólo te esfuerzas en ser puro, nunca lo alcanzarás. Pero, si vives tu vida como UNO con Jesús, siempre lleno de Él, permitiendo que Su pureza sea tuya, serás apartado para Su uso honorable, sin importar el uso que te den.
Ahora, el primer versículo de 2 Timoteo 2 tiene más sentido para mí. “Timoteo, mi querido hijo, vive tu vida fortalecida por la gracia fluida de Dios, que es tu verdadera fuerza, que se encuentra en la unción de Jesús y en tu unión con Él”. Te reto a leer los capítulos 1 y 2 con la perspectiva de vivir para Él tu vida 24/7.
Al cerrar, repitamos nuestra confesión para este año, reafirmando nuestro regalo a Jesús:
“Este es mi regalo para ti, Jesús. ¡ME entrego a Ti! Te doy mi vida, mis pensamientos, las veinticuatro horas del día los siete días de la semana, cada latido de mi corazón, mi habilidad, mi talento, mis cosas buenas y mis cosas malas, mis fortalezas y mis debilidades, te lo entrego todo a ti, ahora.
Mi regalo será tan cotidiano como el tuyo, Jesús. Si empiezo a guardar o retener algo de ti, por favor, muéstrame y te lo devolveré”.
Superkid, el día de hoy es especial porque es el único HOY que existirá alguna vez. Hazlo especial, junto a Jesús.
Comandante Kellie, cambio y fuera.