¡Feliz 2019, Superkids! ¡Espero que estés listo para un año extraordinario! ¡Tan extraordinario como Jesús y EXTRAORDINARIO COMO TÚ! Después de un año en el que profundizamos en Jesús, ¡vivir una vida ordinaria está fuera de discusión!
Superkids, recuerden que están llenos de eso EXTRA que el mismo Jesús te ha dado. El año pasado, ese deseo y búsqueda más profunda de conocer mejor a Jesús cambió mi conciencia de Él y lo convirtió en mi enfoque, en mi todo, en mi mejor amigo.
Cuando haces que el clamor de tu corazón sea entregarte de lleno a Él, eso te llevará a un lugar completamente nuevo. Este es el compromiso que aquí mismo, en la Esquina de la Comandante Kellie, hicimos con Él el mes pasado,.
“Este es mi regalo para ti, Jesús. ¡ME entrego a ti! Mi vida, mis pensamientos, todas las horas del día y todos los días, cada latido de mi corazón, mis habilidades, mis talentos, mi bien y mi mal, mis fortalezas y mis debilidades, te lo entrego a ti, ahora mismo. Mi regalo será tan cotidiano como el tuyo, Jesús. Si comienzo a ocultarte algo, por favor, muéstramelo y te lo devolveré.”
A satanás le agradaría mucho si sólo hiciéramos compromisos verbales y aislados con Jesús y que luego nos olvidáramos del asunto. Pedirle a Jesús que entre en mi corazón: listo; hacer un compromiso el año pasado: listo; el mes pasado: listo. Si el diablo nos puede convencer de hacerlo de esa manera, no tendrá que preocuparse demasiado porque destruyamos sus obras. ¡Pero Jesús nos dio autoridad y poder sobre cada obra del diablo! Por lo tanto ¡él está muy asustado de un Superkid que conoce a Jesús, y cuya vida le pertenece TODOS LOS DÍAS!
La vida de un Superkid con enfoque DIARIO en Jesús es el verdadero regalo que le dimos. Este año, para realmente lograrlo y no solo decirlo de manera indiferente, continuaremos con esta entrega de regalos tanto como lo hicimos con ÉL el año pasado. Nos entregaremos a Él, no solo diariamente, sino paso a paso. Por lo tanto, analizaremos cada uno de ellos en el transcurso del año:
ENERO – Me entrego a Ti
FEBRERO – Mi vida
MARZO – Mis pensamientos
APRIL – Las 24 horas del día los 7 días de la semana
MAYO – Cada latido de mi corazón
JUNIO – Mis habilidades
JULIO – Mis talentos
AGOSTO – Mis cosas buenas y mis cosas malas
SEPTIEMBRE – Mis fortalezas y mis debilidades
OCTUBRE – Te entrego ahora
NOVIEMBRE – A diario
DICIEMBRE – Cualquier cosa que me reserve
Cuando miro la oración que ya oramos, veo un método ordenado de presentarle a Él todo lo que me hace ser YO, o todo lo que te hace a ti ser TÚ.
YO me entrego a ti. Realmente no existe un significado inusual para la palabra YO, ¡pero conlleva muchas cosas! En el caso del idioma inglés, la palabra YO ocupa el puesto número 50 entre las más utilizadas. Y significa “yo”. Simplemente Yo. No tú. Yo no puedo entregarte como regalo a Jesús. Solo Yo puedo entregarme a Jesús. Esto es muy simple; sin embargo, es una verdad básica. Tienes que darle lo que tú eres.
Jesús nunca le pidió a nadie en la Biblia que le diera más de lo que tenían en sus manos o que se entregara a Él como más de lo que ya era. A Pedro no se le pidió que dejara de ser pescador, pero, después de venir a Jesús, se convirtió en un pescador de hombres. A Mateo no se le pidió que dejara de ser un recaudador de impuestos para seguir a Jesús, ¡sin embargo, se convirtió en un coleccionista de historias sobre Jesús y escribió el libro de Mateo!
Es solo cuando le damos nuestra simpleza que Él puede hacernos suyos. Él puede poner Su propio sello de semejanza en mí, cuando le entrego la verdadera Kellie. Él me conoce por dentro y por fuera; no podemos fingir con Jesús.
Él nos ama tal como somos. Cuando nos entregamos a Él, Él nos llena de Él mismo y lo que somos se vuelve aún más grande. ¿Por qué esforzarse tanto para ser mayor por nuestra cuenta? Imagina lo difícil que sería ser perfecto cada día, o convertirnos en lo que creemos que Él quiere, para que Él nos ame o nos use.
¿Puedes escuchar a Jesús riéndose? Él no necesita nuestra perfección. ¡Nosotros necesitamos la SUYA! Y este es Su plan: tú te entregas a Él (y yo me entrego), tal como somos. Él tiene todos los ingredientes correctos para depositar en nosotros. En ese momento es cuando Él puede ser el ingrediente especial que nos hace “EXTRA” ordinarios y pone el “SÚPER” en nuestro día de Superkid.
Entonces, Superkids, repitamos esto todas las mañanas:
“Jesús, te entrego mi verdadero YO. No pretenderé ser perfecto ni ocultar quién soy realmente de ti. No me concentraré en lo que hacen los demás, pero mantendré mis ojos en ti y te dejaré vivir a lo grande dentro mío. ¡Tú y yo, Jesús, hagámoslo hoy!”
¡Ahora, ESO es extraordinario!
Comandante Kellie!