La motocicleta Harley-Davidson® rugía mientras Mylon y Christi Le Fevre ascendían el precipicio antes de detenerse. Más abajo, el sol brillaba sobre el agua color turquesa que alcanzaba la orilla. Las aves sobrevolaban las olas en elegante descenso, a la espera de capturar algunos peces.
Estos paseos en moto eran lo que relajaban a Mylon más que cualquier otra cosa. Junto a Christi disfrutan de rutas dobles, lejos del tráfico y la multitud atestada de personas. La creación de Dios inspiraba tanta paz en Mylon que a menudo sentía ganas de cantar.
La música había jugado un papel clave en su vida desde que tenía memoria.
El hijo más joven de la familia de cantantes Le Fevre, creció expresando su amor a Dios a través de la música. Su padre había formado una de las primeras compañías de grabación y establecido el primer programa de televisión sindicado a nivel nacional. Este sería el comienzo de una vida rodeada de las alegrías que acompañan el canto de las alabanzas del Señor. Pero también arrastraría a este joven prodigio hacia tiempos oscuros, momentos que darían como resultado el desamor, el rechazo y la desilusión, y que lo conducirían literalmente hacia una batalla por su vida.
A la edad de 17 años, Mylon se sentó en su habitación meditando sobre las palabras de Jesús en Juan 15:5: «Yo soy la vid y ustedes los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí ustedes nada pueden hacer.» Una melodía burbujeaba dentro de él y escribió las palabras del famoso himno Without Him (Sin Él). Después de escuchar a Mylon cantarla, Elvis Presley grabó esa misma canción, y se elevó a la cima de los rankings. Luego, en espacio de un par de años, el cantante Johnny Cash y más de 120 artistas grabaron canciones escritas por Mylon.
Un Corazón roto
En sus primeros años, el padre de Mylon lo despidió del grupo musical porque sus patillas eran demasiado largas. Era el tiempo en el que los Beatles competían por la supremacía sobre Elvis, y Mylon no deseaba más que escribir y cantar música contemporánea que glorificara a Dios. Sin embargo, ahora parecía que no quedaba lugar para él o su música, ni en su familia, ni en la Iglesia.
Con el corazón roto y desilusionado, Mylon le ofreció sus dones al mundo. Se convirtió en una estrella de rock, encontrando fama y fortuna a nivel mundial. Asistió a toda clase de fiestas, pero sin encontrar la paz. Y en 1973 se encontró luchando contra una seria adicción a la heroína que lo llevó a una sobredosis casi fatal.
Mientras asistía a un concierto en 1980, en el cual participaba el grupo denominado “2º Capítulo de Hechos”, Mylon clamó a Jesús. Renunció al rock and roll y regresó a su iglesia natal. En unos meses, comenzó una nueva banda llamada Mylon and Broken Heart (Mylon y el Corazón roto), y durante los siguientes 13 años, el grupo llevó a más de 200.000 jóvenes a recibir a Jesús como el Señor de sus vidas.
Aunque finalmente estaba haciendo lo que Dios le había pedido que hiciera, los años de abusos de drogas habían afectado su salud. Después de sufrir un ataque al corazón en 1989, los médicos le aconsejaron que dejara la banda y descansara por el resto de su vida.
Pero Dios pensaba distinto.
Dios preparó el camino para que Mylon se reuniera con Kenneth y Gloria Copeland, quienes lo tomaron bajo sus alas y pasaron incontables horas enseñándole lo que la Biblia decía sobre la sanidad. Cuando le impusieron las manos, Mylon fue sanado.
A continuación, Mylon aceptó el llamado de Dios en su vida para predicar y enseñar el evangelio. Desde ese momento hasta ahora, él ha viajado por el mundo predicando el evangelio. En todo ese tiempo, él y Christi siempre han encontrado tiempo para montar su Harley. A veces viajan solos, y otras veces hasta 20 pastores los acompañan. Independientemente del número, siempre comienzan sus viajes con una breve devoción y oración.
Devocionales Digitales
Hace siete años, Dios inspiró a Mylon y Christi con una idea para incorporar esos viajes por carretera y los devocionales en un ministerio especializado. Les dijo que filmaran 365 de esos devocionales al aire libre y que los publicaran en su sitio web. Durante los siguientes cuatro años produjeron ese material al cual titularon “Church on the Run” (La Iglesia en movimiento). Cuando el proyecto se completó en el 2015, Mylon y Christi comenzaron a transmitir los devocionales diarios en línea en mylon.org.
Al año siguiente, en enero de 2016, el hermano Copeland les ofreció un espacio para un programa de televisión en la Cadena La Voz de Victoria del Creyente (BVOVN). No tenían el equipamiento necesario ni el dinero para producir ese programa. Pero, como sabían que Dios les estaba abriendo una puerta, eligieron atravesarla, por medio de la fe.
Mylon estaba haciendo todas las tareas requeridas, recorriendo diferentes estudios de cine, cuando de repente escuchó a Dios decirle: Ya he construido el estudio más hermoso jamás visto. Es gratis.
Mylon se congeló. ¿Estaba el Señor diciendo lo que él pensaba que estaba diciendo?
¿Que filmaran al aire libre?
¿Los últimos cuatro años han sido de preparación para el llamado real?
En mayo de 2017, Mylon y Christi comenzaron a filmar On the Road to Freedom (En camino hacia la libertad). Grabaron 25 pruebas piloto antes de decidirse por una. El común denominador entre todos era que fueron filmados al aire libre. Los cinco primeros fueron filmados en el patio trasero de Mylon y Christi mientras investigaban lugares hermosos con vistas magnificentes.
Encontrando el lugar ideal
Dios no solo les dijo qué hacer. Les dijo cómo hacerlo.
No es necesario que uses un traje y te pares en un púlpito, les dijo el Señor. No estás llamado a eso. Ya sabes por qué algunas personas están tan enojadas, deprimidas, borrachas y drogadas. Tienes credibilidad. Apela a ellos.
Cuando fueron invitados a ministrar en lugares pintorescos, aprovecharon para filmar localmente. En Steamboat Springs, Colorado, utilizando drones, filmaron imágenes esquiando en las montañas. Compartieron magníficas revelaciones de Jesús mientras se divertían en lugares como Sedona, Arizona; Big Sur, California; Deer Valley, Utah; y Maui, Hawái.
Al principio, alquilaban habitaciones de hotel para ellos y su equipo. Alquilaban autos, y el equipo se adelantaba antes del amanecer cada mañana para encontrar los mejores lugares. Usaron drones para obtener imágenes de una belleza escénica impresionante. Luego, el Señor les compartió otra idea desde el Banco de Ideas del cielo: los ultra ricos poseen múltiples casas ubicadas en los lugares donde estaban filmando. Muchas de ellas estaban en alquiler. Era más barato y más fácil alquilar una de esas mansiones, quedarse allí y alojar a toda su tripulación mientras disfrutaban de privacidad y serenidad en un lugar tranquilo y aislado.
En Maui, filmaron 19 programas en seis días. Estuvieron tan ocupados que nunca llegaron al océano, ni a la piscina. Su equipo recorrió a pie 8 km para obtener las mejores imágenes.
Para Mylon y Christi, todo lo que hacen se trata acerca de las almas. Podrían llegar a muchas más personas a través de la televisión que en persona. Durante años, el Señor le había dicho a Mylon que sus últimos años serían mejores que los anteriores. Eso se ajustaba a la escritura que dice: «Aunque tu comienzo haya sido insignificante, tu porvenir se engrandecerá en gran manera.» (Job 8:7, RVA-2015).
Aunque lo creía y lo confesaba, Mylon no tenía idea de cómo luciría. Mientras que él y Christi habían filmado sus devocionales, también habían publicado un libro sobre el testimonio de Mylon, titulado Without him (Sin Él). En lugar de cobrar regalías por cada libro vendido, donaban uno a un prisionero o un soldado. Hasta ahora, han donado más de 20.000 ejemplares.
Una noche estaban en un evento del Ejército de Salvación cuando un joven se les acercó. “Oye, te conozco de algún lado”, le dijo a Mylon. “Leí tu libro mientras estaba en prisión. Todavía lo están circulando por toda la cárcel.”
Momentos como ese hicieron que Mylon recordara que Dios tenía maneras inusuales de hacer que sus últimos días fueran más grandes que los anteriores. Mientras filmaba On the Road to Freedom se dio cuenta de que, al igual que su libro, el programa tocaba a personas a las que, de otro modo, nunca serían alcanzadas.
Heredando las naciones
Mylon también oró y confesó el Salmo 2:8: «Pídeme, y como herencia te entregaré las naciones; ¡tuyos serán los confines de la tierra!» (Nueva Versión Internacional).
No hace mucho, Mylon y Christi estaban en la iglesia de Keith Moore en Sarasota, Florida, cuando Kenneth Copeland se inclinó y les dijo: “Me gusta mucho tu programa. Quisiera salir en uno de ellos.”
Aturdido, Mylon le dio las gracias.
Más tarde, durante una conversación telefónica, el hermano Copeland le dijo: “Voy a estar en tu programa, y tu programa va a estar en el mío.”
De repente, dice Mylon, pedir por las naciones y su herencia adquirió un significado completamente nuevo.
¿Cómo lucía llegar a las naciones?, se preguntó.
A través de su programa televisivo, alcanzaban a más de 200 naciones en todo el mundo. Esa era una audiencia potencial de 680 millones de personas.
El hermano Copeland organizó la emisión de On the Road to Freedom en el programa La Voz de Victoria del Creyente, el cual se transmite en la cadena BVOVN, TBN y Daystar, así como en Hong Kong, China y Rusia. Eso significaba que el programa estaba ahora disponible para un potencial de 885 millones de hogares en todo el mundo. Las transmisiones de On the Road to Freedom en las que aparecerá el hermano Copeland se emitirán la semana del 19 al 23 de agosto.
A través de toda esta experiencia, Mylon escuchó que el Señor le decía: Hijo, acabo de abrir una puerta que ningún hombre puede cerrar.
De verdad, Dios está haciendo algo nuevo con Mylon y Christi. Pero no es nada que no haya sido planeado con propósito.
“Durante esos cinco años de devocionales digitales, Dios nos mantuvo en la escuela del Espíritu Santo para un tiempo como este”, dice Mylon. “Ya estaba dentro de nosotros, y Dios comenzó a abrir las puertas cuando comenzamos a filmar. Después de todos estos años, el deseo de mi corazón es todavía decirle a la gente lo bueno que es Dios, cuánto los ama y que no tienen que vivir sin Él.”