Becky Haas se encontraba en la fila de pago en el Walmart de Johnson City, Tennessee, observando mientras el empleado revisaba sus compras. Como cualquier mujer de 53 años que comprara comestibles, parecía algo normal. Pero nada se sentía bien. Algo estaba mal.
Becky no podía encontrar su lugar. Era como si no supiera hacia dónde dar el siguiente paso.
De mediana edad, sin trabajo, y con la seguridad de que nunca había tenido el impacto para el reino de Dios que hubiera deseado, parecía que lo único que le quedaban eran preguntas: ¿Estaría Dios apacentándola? ¿Había fallado alguna prueba de la vida? ¿Qué se estaba perdiendo?
Depositando sus compras en el auto, Becky condujo a casa en piloto automático.
Había sido criada en una familia católica con cinco hijos. A principios de la década de 1970, cuando la renovación carismática se extendió por la iglesia católica, sus dos padres habían nacido de nuevo y estaban llenos del Espíritu Santo. Su padre había sido uno de los empresarios que había fundado un capítulo de la Asociación de Empresarios del Evangelio Completo.
A los 14 años, Becky había entregado su corazón al Señor mientras asistía a una cruzada dirigida por David Wilkerson. No mucho después, sintió el llamado de Dios en su vida. Después de graduarse de la escuela secundaria, se mudó a Tulsa, Oklahoma, para asistir al Centro de Capacitación Bíblica Rhema. Fue en Rhema donde se le presentó por primera vez a Kenneth y Gloria Copeland, quienes hablaban a menudo en reuniones de campamento, servicios especiales en el campus, seminarios bíblicos de invierno y seminarios de oración.
Después de graduarse de Rhema, Becky se sintió inspirada a regresar a su iglesia natal, Cornerstone, en Johnson City. Como miembro del personal de tiempo completo, había servido allí durante 24 años a cargo del cuidado pastoral, ministerio de niños y universitarios, y en la administración. Durante esos años, también se casó con Jonathan Haas y crio a dos hijos maravillosos.
Aunque continuó como voluntaria en Cornerstone, en 2004 Becky había renunciado a su puesto para dedicarse al ministerio itinerante. Ella había trabajado secularmente hasta que la beca que apoyaba ese empleo no fue renovada. Luego, en el 2012, se hallaba desempleada y sin nada en el horizonte.
Después de ocho meses sin poder encontrar trabajo, Becky estaba un día orando, cuando se escuchó decir lo que todavía considera una de las cosas más extravagantes:
“Señor”, oró, “sean cuales sean los desafíos en mi ciudad, estado y nación, deja que las soluciones fluyan a través de mí.”
Volviendo a lo básico
“Decidí que, hasta no saber lo que Dios tenía para mí a continuación, me dedicaría al estudio de la Biblia y la oración”, recuerda Becky. “Durante muchos años, fui colaboradora de KCM y asistí a sus reuniones. Entonces, sin trabajo, comencé a ver la transmisión del programa LVVC y encontré la serie que el Pastor George Pearsons y Gloria Copeland enseñaron en 2010 sobre la prosperidad y el incremento. Un día, el Pastor George alentó a todos los que miraban a descargar las notas, así que lo hice.”
Armada con las notas del programa LVVC, Becky comenzó a estudiar Deuteronomio 28.
“Aprendí con mayor detalle sobre LA BENDICIÓN de Abraham, y cómo Dios quería que yo fuera la cabeza y no la cola, una persona de gran influencia, y que Él bendeciría todo aquello en lo yo pusiera mis manos”, recuerda. “En lugar de ceder ante las imágenes de fracaso con las que el enemigo me bombardeó, renové mi pensamiento al hecho de que Dios quería que yo fuera una persona de influencia.”
“Aprendí que mi vida no estaba sujeta a los tiempos en los que vivía, ya fueran buenos o malos. Al confiar en Dios, florecería, incluso en tiempos de hambruna.”
En la carpeta de notas del programa de Becky había una lista de todas las escrituras relacionadas con el favor de Dios de la Biblia Amplificada. Becky las imprimió y comenzó a meditar diariamente en las 300 escrituras, junto con las notas que había tomado de las transmisiones de televisión. En el proceso, según sus propias palabras, su desánimo se convirtió en una expectativa de que algo maravilloso la esperaba.
Durante ese mismo tiempo, Becky también encontró materiales del Dr. Ed Silvoso acerca del ministerio en el mundo de los negocios. Nunca había considerado que el ministerio que Dios tenía para ella podría estar fuera de los muros de la iglesia. Pero, mientras estudiaba los cuatro Evangelios, Becky hizo un descubrimiento sorprendente. Para su sorpresa, descubrió que de las 132 apariciones públicas que hizo Jesús, 122 de ellas se llevaron a cabo en el área mercantil. De las 52 parábolas que Jesús contó, 45 de ellas tenían un contexto laboral. De los 40 milagros registrados en el libro de Hechos, 39 de ellos tuvieron lugar en el mercado. Además, el 54% de las enseñanzas registradas de Jesús se centraron en experiencias de la vida diaria.
“Esto cambió mi forma de pensar acerca del ministerio que ocurrió dentro de los muros de la iglesia y el ministerio que tuvo lugar fuera de los muros de la misma”, dice Becky. “Si nos fijamos en el modelo del Nuevo Testamento, la mayoría del ministerio tuvo lugar en el área mercantil. Se me ocurrió que deberíamos estar tan entusiasmados por ir a trabajar el lunes como por ir a la iglesia el domingo.”
“Como creyente, sabía que tenía vida eterna. Sin embargo, cuanto más estudiaba, más me daba cuenta de que tenía la vida del Eterno dentro de mí. Me di cuenta de que era como un paquete de levadura. Cuando me agreguen a cualquier mezcla, ¡crecerá! Fue entonces cuando comencé a orar: ‘Señor, sean cuales sean los desafíos en mi ciudad, estado y nación, deja que las soluciones fluyan a través de mí.’”
“Estaba orando por fe. Ni siquiera sabía cuáles eran los problemas, ni mucho menos las soluciones.”
Un nuevo llamado
En octubre de 2012, la ex jefe de Becky llamó para decirle que había oído hablar de una vacante en el Departamento de Policía de Johnson City. Buscaban un director para un puesto que ayudara a reducir la delincuencia y que sería financiado por una beca. Ella instó a Becky a que averiguara de qué se trataba.
Becky encontró el puesto y aplicó.
Después de un riguroso proceso de entrevistas en diciembre de 2012, fue contratada como directora del Proyecto de Reducción de Delitos Comunitarios, un programa subvencionado por un fondo de $800.000, destinado a reducir los delitos violentos y relacionados con las drogas en los dos vecindarios con las tasas de criminalidad más altas. Uno era un barrio residencial compuesto por muchas personas mayores. El otro, un barrio del centro de la ciudad.
El proyecto se centraba en cuatro pilares para abordar la delincuencia: prevención, aplicación de la ley, restauración de barrios y reducción de la tasa de reincidencia.
Uno de mis trabajos es reducir la tasa de reincidencia, pensó Becky. Podría ayudar si supiera lo que significa esa palabra. Al buscar el significado, Becky aprendió que la palabra se usaba para indicar “la velocidad a la cual los prisioneros dados de alta regresaban a la cárcel”.
La tasa de reincidencia para Tennessee oscilaba entre el 48% y 50%.
El puesto estaba diseñado a medida para Becky.
Dios lo había hecho.
“Tomé este trabajo sin experiencia previa en la justicia penal”, admite Becky. “Mi única calificación fue haber pasado meses construyendo una imagen dentro de mí de la Palabra de Dios. Sabía que tenía LA BENDICIÓN sobre mi vida. También sabía que Él bendeciría cualquier cosa en la que yo pusiera mis manos.”
“En Juan 5:19, Jesús dijo que no podía hacer nada excepto lo que Su Padre le mostraba. Esa fue mi hoja de ruta. Cada vez que me encontraba con un problema, le pedía a mi padre que me mostrara qué pasos seguir. Tenía que recibirlos por fe, creyendo que el Más Grande que vivía en mí revelaría Sus ingeniosas ideas.”
Una de las primeras cosas que hizo Becky fue formar una reunión de líderes basados en la fe en la estación de policía, donde los líderes religiosos de varias denominaciones aprendieron sobre las necesidades de las escuelas, los vecindarios, los hogares de acogida, el reingreso, la falta de vivienda y más. Luego, como resultado de lo que aprendieron, los líderes de la iglesia descubrieron exactamente cómo involucrar a sus congregaciones. Durante un tiempo en que las tensiones que rodeaban a la policía eran altas, por ejemplo, formaron un capítulo de “Adoptar un Policía”. Más de 1.400 miembros de la comunidad se inscribieron para orar diariamente por los oficiales.
Becky también tuvo la idea de estudiar los momentos del día en que ocurrían la mayoría de los delitos.
“Descubrí que en el centro de la ciudad, la hora pico para el crimen era de 2 a 4 a.m.”, comenta ella.
“Cuando compartí esto con el sargento a cargo de la programación, dijo que el turno del centro terminaba a las 2 de la mañana. Él programó patrullas adicionales para las próximas dos horas. En seis meses, se habían realizado 64 arrestos en esa franja horaria.”
Libertad Condicional vs. Encarcelamiento
“Para reducir la reincidencia formé un grupo que incluía jueces, administradores de libertad condicional y profesionales de la salud mental y expertos en justicia penal para decidir qué intervención se necesitaba”, dice Becky. “Después de ver un video de un programa utilizado en Georgia, decidimos hacer algo similar y establecimos lo que se llamó el Centro de Reporte Diario. El mismo proporcionaba un programa de libertad condicional de rehabilitación en lugar de la cárcel para delincuentes con adicciones, y tenía tres fases que duraban de 12 a 15 meses. El programa incluía educación diseñada para abordar la adicción, la prevención de recaídas, la vida y las habilidades laborales. Fue el primer programa de libertad condicional de este tipo en Tennessee.”
“Después de desarrollar el anteproyecto, me di cuenta de que solo tenía dinero para pagar un gerente de programa, un terapeuta, los alquileres de los edificios y materiales educativos. También necesitábamos nueve facilitadores más para ejecutarlo cada semana. Una vez más, recurrí a Dios por las respuestas. Fui a nuestra comunidad para hablar sobre el programa y encontré agencias que acordaron proporcionar programas educativos semanalmente sin cobrarnos por esos servicios.”
“Aun así, necesitábamos a alguien con capacitación laboral para ayudar a la población de reingreso laboral. Aprendí que las industrias Goodwill® era líderes en este campo. Hice una cita con el CEO de nuestro Goodwill® local. No tenía lo que necesitábamos, pero se ofreció a crear un puesto de tiempo completo para nosotros. Casi lloro. Eso no fue más que el favor de Dios.”
Antes de que la beca que financiaba el trabajo de Becky se acabara en el 2016, tuvo que encontrar fondos para todos los programas. El más caro fue el Centro de Reporte Diario, que costaba $ 130.000 al año para operar. Un estudio de costo beneficio reveló que el programa cuesta $12 dólares por día, en comparación con los $74 dólares diarios que cuesta encarcelar a un prisionero. También descubrieron que para aquellos que se gradúan del programa, la tasa de reincidencia bajaba del 48%-50% al 16%-22%.
Cuando se presentó esta información al comisionado del Departamento Correccional del estado, el mismo aceptó hacerse cargo del programa, según Becky. Desde 2016, han replicado el programa en todo el estado, con planes para aumentarlo aún más.
Bendiciones e influencia
En el año 2014 el programa dirigido por Becky ganó el prestigioso premio al “Programa de Justicia Criminal Excepcional del Año” para la región sur de la Asociación Nacional de Justicia Criminal. En el 2016, recibió el Premio de Seguridad Pública de MetLife Foundation a través del compromiso cívico y $15.000 en efectivo.
Dios bendijo todo aquello en lo que Becky puso su mano. Un día Jonathan, el esposo de Becky, le presentó otro desafío más.“Necesitas escribir un libro”, le había dicho a Becky. “No sé cómo escribir un libro.”
“Para alguien que no sabía lo que significaba la reincidencia, ciertamente lograste reducirla. ¡Becky, necesitas escribir un libro!”
“Jonathan había presenciado las cosas increíbles que Dios estaba haciendo día a día, y creía que debía compartir mi historia”, comenta Becky. “En el 2017, lancé mi primer libro, Tu ciudad te está esperando. Es un mapa de ruta paso a paso de las distintas maneras en la que los cristianos en cualquier ciudad pueden convertirse en valiosos recursos para abordar distintos desafíos. Son ideas para servir a aquellos en tu ciudad que nunca pueden acercarse a la puerta de una iglesia.”
La siguiente tarea de Becky en el Departamento de Policía fue escribir una beca para obtener fondos para un programa para abordar la violencia doméstica y sexual. Durante este tiempo, fue expuesta a investigaciones históricas que revelaron que el abuso o la negligencia infantil pueden descarrilar el desarrollo adecuado del cerebro que conduce a futuras disparidades de salud y en la vida. Estas experiencias infantiles adversas hacen que las personas caigan presas de mecanismos mentales insalubres a la hora de enfrentarse a las drogas, el alcohol, los trastornos alimentarios, la promiscuidad sexual o la autolesión, explica Becky.
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En tres años, Becky y un profesor de psicología cristiana capacitaron a más de 4.000 profesionales del área en atención traumática basada en información. Como resultado, estos profesionales implementaron una nueva programación y formaron un sistema de atención basado en esta metodología. En el 2018, un sistema regional de atención médica le pidió a Becky que trabajara para ellos. Ahora desarrolla programas en los Apalaches rurales para reducir los efectos del trauma infantil.
“Creo que he dado el paso hacia el llamado principal de Dios en mi vida. No hubiera sucedido sin KCM”, admite Becky. “He sido colaboradora con ellos durante más de 20 años. Es como ser parte de una familia poderosa. Esta familia me ayudó a encontrar mi lugar en el reino de Dios. Desde el 2015 he desarrollado la metodología de atención traumática basada en información para la atención médica, la aplicación de la ley, la educación y las comunidades.”
“Al obtener el reconocimiento nacional como experta en la materia, entrené al Departamento de Policía de Oklahoma City, lo presenté ante los líderes del estado de Delaware a pedido de su primera dama, también serví como panelista en la Conferencia de ‘Religión en la Medicina’ de Universidad Teológica de Duke, y también en la Cumbre del Gobernador de Tennessee 2018.”
Becky Haas se ha convertido en una persona muy influyente.
Tú también lo eres.
El mundo está esperando por la manifestación de los hijos de Dios. ¿Dónde estás llamado a servir?