Cuando tenía tu edad, la gente lo decía todo el tiempo. A lo que hoy en día la gente llama emoticones, nosotros lo llamábamos caritas felices y siempre iban acompañadas de la frase: “Sonríe, Jesús te ama”.
Qué frase tan sencilla de expresar. Y probablemente, las personas la dicen sin pensar en el poder de esas palabras.
Bueno, Superkid, ¡hoy vamos a pensar al respecto! No solamente en la parte de sonreír, sino en la razón por la que deberíamos sonreír—¡porque Jesús nos ama!
Esa es una declaración que es GRANDE, MUY GRANDE, GRANDÍSIMA. ¿Sabes cuán grande es?
Jesús dejó Su lugar en el cielo con Su Padre y vino a la Tierra para vivir y amar, y después murió en la cruz para pagar el precio de nuestro pecado. ¡Sonríe, Jesús te ama! Con Su sangre, Él compró nuestra paz, seguridad, sanidad y bienestar.
Él envió al Espíritu Santo a ayudarnos en cada situación, a ayudarnos a escuchar la voz de Jesús, a llenarnos con Su amor y Su presencia —¡tanto, que la gente pueda verlo a Él en nosotros!
¡Sonríe, Jesús te ama!
Él planeó un futuro para ti y te dio todo lo que alguna vez puedas necesitar proporcionándote Su vida, Sus promesas, Su poder, Su Palabra, Su Nombre y Su Espíritu. Ahora, repítelo conmigo: “¡Sonríe, Jesús te ama!”
Esa frase contiene muchas cosas para pensar; sin embargo, veamos solamente algunas.
LAS COSAS GRANDES: Nada de lo que estés enfrentando en este momento puede levantarse contra el amor de Dios manifestado en Jesús. Si hoy estás enfrentado algo grande, ¡míralo a Él! Él no solamente tiene la respuesta para solucionar tu problema, sino que pondrá gozo en tu corazón y podrás sonreír mientras atraviesas los momentos difíciles.
Sin embargo, tienes que mirarlo primero a Él. Él no te forzará a confiarle o entregarle el problema, sino que está esperando para poder ayudarte. ¡Así que entrégaselo y sigue adelante con una sonrisa de fe, sabiendo que Jesús lo solucionará!
LAS COSAS PEQUEÑAS: Algunas veces permitimos que las cosas pequeñas nos atrapen, cosas muy engañosas con las que el diablo nos enreda. Permitir que las cosas pequeñas nos molesten nos lleva a sentirnos furiosos y frustrados, nos roba nuestro gozo y la paz.
Si te molesta cuando tu hermano o hermana desordenan tus cosas, es fácil que se nos pase entregarle ese asunto a Jesús, porque es algo pequeño. Sin embargo, muchas cosas pequeñas acumuladas pueden convertirse en algo muy GRANDE.
Cuando no permitimos que Jesús nos ayude con las cosas pequeñas, cuando suceden cosas grandes, nos es aún más difícil entregárselas. ¡ÉL QUIERE AYUDARNOS!
Así que, cuando alguien o algo te moleste, entrégaselo a Él y continúa adelante y sonríe en fe, sabiendo que ¡Jesús lo solucionará!
LO QUE DICE MI ROSTRO: Piensa acerca de tu sonrisa. ¿Significa que todo está bien? No. Significa que estás confiando en que Jesús solucionará lo que no está bien. Yo les decía a mis hijos: “Si todo tiene que ser perfecto para que seas feliz, entonces serás una persona infeliz”. Cuando te focalizas en lo que no te gusta de la vida, tus amigos, el colegio, del día o las circunstancias, te perderás de lo que es bueno. ¡Y las personas se perderán de lo bueno que tienes!
¡Tú tienes a Jesús en tu interior! Cuando sonríes, la gente lo ve a Él. Cuando haces mala cara, ¿a quién ven?
ABRE LA PUERTA: Hace poco leí un versículo que me llamó la atención. En Mateo 23:13 (Nueva Versión Viviente), Jesús les estaba hablando a los líderes religiosos. En vez de ver que Jesús, el Mesías, había llegado, ellos sólo se quejaban y veían los problemas. Egoístamente, no les gustaba que Él recibiera la atención de la gente, que lo escucharan o que fueran libres. Jesús les dijo: «[ustedes] …le cierran la puerta del reino del cielo en la cara a la gente. Ustedes no entran ni tampoco dejan que los demás entren». Cuando hacemos mala cara, nuestro rostro les dice a las personas que no estamos felices—que no tenemos esperanza, ni a nadie a quien acudir. ¿Es eso cierto? ¡NO! Nosotros podemos sonreír en cualquier situación, no porque todo sea perfecto, sino porque ¡JESÚS NOS AMA! Él está solucionando las cosas por nosotros. De alguna manera, cuando sonreímos, estamos guiando a las personas al reino de los cielos (la manera de Dios de hacer las cosas y Su amor) en nuestro interior. La gente necesita a Jesús y a Su amor. Jesús puede usar tu sonrisa para que otras personas lo vean a Él.
¡NO SEAS UN MALA CARA! Superkid, obviamente, algunas veces suceden cosas que no nos gustan y hacemos mala cara. Pero no te quedes así. Puedes escoger acudir a Jesús. Permite que Él te ayude — con determinación. Al ponerlo en práctica, empezarás a sonreír cada vez más. Préstale atención a tu rostro. Pídele a un miembro de tu familia que te ayude si se dan cuenta de que estás empezando a hacer mala cara. Puedes ir a Jesús con determinación. El otro día escuché a mi papá decir algo gracioso. Dijo: “¿Se te quedó pegada la mala cara?” En otras palabras: “¿Haces mala cara más tiempo del que sonríes? De la misma manera que Jesús puede usar tu sonrisa para traer gozo, el diablo puede usar tu mala cara para traer tristeza a la vida de los demás. Te has preguntado alguna vez cuando alguien te hace mala cara: ¿qué hice para que estén enojados? Toda clase de pensamientos se pueden atravesar por tu mente y preguntarte qué pasó, cuando la verdad es que ellos estaban irritados con alguien más. O, quizás solamente estaban expresando aburrimiento o ingratitud con su rostro (Ay, ay, ay, ¡yo misma lo he hecho!). ¡Así que no le des ningún lugar al diablo en tu cara! Por el contrario, ¡dáselo a Jesús! Jesús TE AMA. ¡Él vive para tomar esa mala cara y cambiarla totalmente! De la misma manera que Él puede hacerlo, Él tomará tu situación, GRANDE o PEQUEÑA, ¡y la trasformará por completo! ¡Él es así de bueno! Así queeeeeeeeee…
SUPERKID, ¡SONRÍE! ¡JESÚS TE AMA!