¿Cuántas veces has escuchado esa frase?
¡Seguramente muchísimas veces!
Nuestros padres, maestros y los entrenadores nos lo repiten una y otra vez.
Y ahora, Superkids, ¡soy yo quien te lo dice!
¡Sólo escucha!
Existen buenas razones por la que nos dicen que escuchemos. Y una de ellas es porque es una de las cosas más importantes que podemos hacer.
Tristemente, con frecuencia no lo hacemos.
Es como ese dicho: Dios nos dio dos oídos y una boca para que pudiéramos escuchar dos veces más de lo que hablamos. Sé que suena gracioso, pero tiene mucho sentido. La verdad es que, el NO escuchar frecuentemente es la raíz de la mayoría de los problemas.
Escuchar es un asunto muy serio, y todos nosotros deberíamos convertirnos en mejores oyentes. Aquí tienes algunas cosas para que consideres:
¿Por qué deberías escuchar?
Jesús respondió a esta pregunta en Marcos 4:24, (Nueva Traducción Viviente). Él dijo: «Presten mucha atención a lo que oyen. Cuanto más atentamente escuchen, tanto más entendimiento les será dado, y se les dará aún más». ¿Lo ves? Jesús quiere que tengamos entendimiento, pero Él pone la responsabilidad de escuchar en nosotros.
¿Sería de ayuda para ti tener un mejor entendimiento? Por supuesto que lo sería—En cualquier área que puedas nombrar: deportes, trabajo, matemáticas, actuación, música. Aun para entender el resultado de desobedecerle a tus padres te ayudaría a decidir por obedecer. Jesús dijo que escuchar es la puerta para el entendimiento.
Observa, también, que Él dijo que más entendimiento será DADO. Escuchar no solamente incrementa tu entendimiento natural, sino que te da más y más entendimiento por el Espíritu Santo que está en tu interior. ¡Eso te pone en ventaja! Puedes hacerte más sabio al escuchar a las personas correctas, especialmente a Jesús, quien dijo: «Todo el que escucha mi enseñanza y la sigue es sabio, como la persona que construye su casa sobre una roca sólida» (Mateo 7:24).
¿Qué te está impidiendo “escuchar mejor”?
Es importante que te autoexamines y notes aquellas cosas que haces que necesitan un cambio. A medida que reconoces esas cosas, toma la decisión de dejar de hacerlas.
Por ejemplo: pensar en lo que vas a decir cuando alguien termine de hablar ¡es una manera de no escuchar! Muchas veces, las personas están pensando en argumentos, excusas o explicaciones. Esto es especialmente cierto cuando piensas que te están corrigiendo. Es más fácil focalizarse en mantenerte fuera del problema o culpar a alguien más, que escuchar. ¡Eso evita que ganes el entendimiento de cómo evitar que ese problema suceda nuevamente!
El orgullo es una de las MAYORES razones por la que las personas no escuchan. El orgullo te hace creer que sabes más que los otros.
Hoy en día la distracción es un problema inmenso. La televisión, los videojuegos, los computadores y los celulares pueden atrapar tu atención hasta el punto de que ignoras a los demás. Esto no solamente puede ser frustrante, sino también doloroso para los que te rodean. Probablemente ya sepas cómo se siente la otra persona en esas instancias.
¿Cómo puedes “escuchar mejor”?
Toma la decisión de escuchar mejor.
Cada vez que alguien te hable, practica escuchando muy atentamente.
No dejes que tu mente piense cómo le responderás a la persona que te está hablando.
Cuando alguien te hable, a propósito deja de hacer lo que estás haciendo, y entrégale tu atención completa.
Aun cuando pienses que ya sabes lo que alguien está a punto de decirte, ¡manténte escuchando! Podrías aprender algo nuevo.
Estos son solo algunos de los porqué, los qué y los cómo de la acción de escuchar. Recuerda, Superkid, Jesús quiere que tengas un mejor entendimiento. Y ese entendimiento vendrá cuando aprendas a ser alguien que escucha mejor. Pídele al Señor que te muestre más razones por las que necesitas escuchar, también aquellas cosas que te impiden escuchar, y lo que puedes hacer para hacerlo mejor.
Él te lo dirá.