Tú puedes edificarte a ti mismo en tu más santa fe al orar en el Espíritu Santo (Judas 20). Tu fe y el Espíritu Santo de Dios que habita en tu interior como tu ayudador harán que seas victorioso en cada área de tu vida.
P: ¿Cómo me ayuda el Espíritu Santo?
R: Romanos 8:26 dice: «De igual manera, el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad, pues no sabemos qué nos conviene pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles».
Juan 15:26 en la Biblia Amplificada se refiere al Espíritu Santo como el Consolador, Consejero, Ayudador, Defensor, Intercesor y Fortaleza.
El Espíritu Santo viene en nuestro socorro. Él es nuestro ayudador. Él nos ayudará a sobreponernos a cualquier debilidad mental o corporal, haciendo intercesión por nosotros de acuerdo a la voluntad de Dios.
Cuando no sabes cómo deberías orar respecto a una situación, permítele al Espíritu Santo que sea tu ayudador. Déjalo tomar el control a tu lado y observa cómo la PALABRA de Dios se hace realidad. Él te orientará y te guiará en oración y tú tendrás la seguridad de que la PALABRA está obrando poderosamente.
Sin importar cuán grande satanás haga parecer la montaña, la fe de Dios siempre funciona. Sólo debe ser aplicada (Marcos 11:22-23). A medida que declaras la PALABRA de Dios en fe, esa PALABRA removerá cualquier montaña sin importar el tamaño y detendrá los ataques del enemigo.
La siguiente es una oración de compromiso que le permite al Espíritu Santo ser tu ayudador:
“Padre, en el Nombre de Jesús, veo en Tu PALABRA que el Espíritu Santo, lo más grande que vive en mi interior, es mi ayudador. Reconozco Su parte vital en mi vida de oración, y mientras yo intercedo, reconozco la importancia de permitirle que tome el control a mi lado”.
“Estoy dispuesto a ser una vaso de honra, en forma y listo para ser usado por Ti”.
“Es mi voluntad entregarte mis miembros como instrumentos de justicia y presentar mi cuerpo como un sacrificio vivo para ti. Padre, que el Espíritu Santo pueda fluir a través mío. Él puede obrar para hacer que Tu voluntad se haga realidad”.
“Te pido a Ti, Espíritu Santo, que tomes tu lugar a mi lado en oración. Cuando no sé cómo orar, te pido que seas mi ayudador. Condúceme y guíame, instrúyeme mientras yo intercedo. La PALABRA que declaro en fe hará que la voluntad perfecta de Dios suceda”.
“En el Nombre de Jesús, Amen.”