P: Me he mantenido firme por bastante tiempo, creyendo por mi sanidad, pero todavía no se ha manifestado. ¿Dios está deteniendo mi sanidad o podría haber algo más que la bloquea?
R: Dios nunca nos retiene nada. Su voluntad para todos los hombres es que sean sanos — ¡y eso te incluye a ti! Jesús compró tu sanidad en el mismo momento que compró tu redención del pecado (Isaías 53:4-5). Así que la salud está tan disponible para ti, como lo está la salvación.
Cuando fallamos en recibir algo que Él ha prometido, podemos estar siempre seguros que el problema está de nuestro lado, no en Dios. Sin embargo, hay varias cosas que podrían estar impidiendo que recibas.
1. Fallar en caminar en amor
Gálatas 5:6 dice que la fe obra por el amor. Así que si quieres que tu fe triunfe sobre la enfermedad o las dolencias, tienes que actuar en amor. Lee 1 Corintios 13:4-8 y descubre cómo el amor de Dios se comporta. Después de todo, el amor no es un sentimiento. Es una acción. Así que empieza actuando en amor, y tu sanidad no estará muy lejos.
2. Incredulidad
En Marcos 11:24, Jesús nos dice lo que se requiere de nuestra parte para recibir de parte de Dios. Él dijo: «Por tanto, les digo: Todo lo que pidan en oración, crean que lo recibirán, y se les concederá».
La mayoría de las personas están solo dispuestas a creer que ha recibido su sanidad después de haber visto o experimentado los resultados. Pero de acuerdo con esa escritura, debes creer que recibes cuando oras. Cuando crees en fe que recibes lo que has pedido, entonces la sanidad llegará.
3. Pecado
Primera de Juan 3:22 dice que recibimos cualquier cosa que le pidamos a Dios porque nosotros hacemos esas cosas que son agradables a Su vista. Vivir una vida libre del pecado habitual y la rebeldía hace que tengamos confianza en nuestro corazón hacia Dios. Y la confianza hacia Dios es una parte esencial de la operación de fe.
4. Falta de perdón
Este es quizás el mayor obstáculo de la sanidad. Por esta razón inmediatamente después de dar instrucciones acerca de la fe, Jesús dijo: «Y cuando oren, si tienen algo contra alguien, perdónenlo, para que también su Padre que está en los cielos les perdone a ustedes sus ofensas. Porque si ustedes no perdonan, tampoco su Padre que está en los cielos les perdonará a ustedes sus ofensas» (Marcos 11:25-26).
Nota la Palabras: «Y cuando oren». No esperes. Tan pronto como alguien te ofenda, perdónalo inmediatamente y tus oraciones jamás serán obstaculizadas.
Si estas obedeciendo consistentemente en estas cuatro áreas, entonces puedes tener la confianza o seguridad de que tu sanidad llegará. Solamente mantente en fe (Efesios 6:12-13), ¡y recibirás!