‘Libre de todas mis deudas’
En abril, asistí a la reunión “Viviendo en Victoria 2016” en Chicago. Durante la predicación estaba en primera fila, tomando notas. El hermano Copeland me pidió una hoja para hacer una ilustración durante el mensaje. Él estaba predicando acerca de ser libre de deudas. Después de que terminó la ilustración, me devolvió la hoja. Tomé esa hoja plegada y la guardé en mi billetera, creyendo que un día sería libre de deudas. ¡Un año después, mi esposo recibió una gran suma de dinero en concepto de vacaciones impagas, la cual cubrió todas mis deudas y nos dejó de sobra para el resto del año!
C.S. | Wisconsin
Un milagro da a luz otro milagro
Quiero darles las gracias por la revista mensual gratuita. En la edición de junio del 2017, publicaron un artículo escrito por Melanie Hemry, titulado: “Más allá de las llamas”, el cual narra el testimonio de Desiree Kerns. Sabemos que Dios premia nuestra fe y el rostro de esta mujer creció milagrosamente de nuevo, sin rastro alguno de cicatrices. Mientras leía esto, estaba tan emocionada, que podía escuchar mi espíritu diciendo: Puedes creer por esto ahora. Al día siguiente, mi mamá de 85 años se cayó en el jardín, sufriendo moretones inimaginables en la cara. La llevaron al hospital y me llamaron. Ella me dijo que se sentía tan avergonzada de salir o de que alguien viniera a visitarla a causa de los moretones. El testimonio que había leído se cruzó en mi mente tan pronto como colgué el teléfono.
Fui a batallar en oración y le pedí al Padre Abba que milagrosamente sanara a mi mamá de todos sus moretones y del dolor de espalda por el accidente.
Unas semanas más tarde, no hay rastro alguno de moretones en la cara de mi madre, así que hoy ella puede salir a celebrar su aniversario con mi papá con gozo y sin vergüenza. ¡Gracias por ese testimonio! Fue la semilla que dio a luz otro milagro y alabaré a Dios por siempre a causa de eso. Ustedes son un ministerio maravilloso y estoy agradecida por otra oración respondida como resultado de mi colaboración con KCM.
J.C. | Dorset, Reino Unido
Protegido de la tormenta
¡Gracias, Kenneth Copeland, por los dos mensajes telefónicos que recibí durante el Huracán Harvey! Nuestro hogar no se inundó y tuvimos electricidad todo el tiempo. ¡Alabado sea Dios! ¡Jesús es el Señor!
J. & N.K.| Sugar Land, Texas
De la desesperación a la liberación
Llamé a su línea de oración solicitando oración por mi hijo que era borracho y quería suicidarse. La mujer que oró conmigo hizo una oración poderosa con todas las promesas y derechos de la Palabra de Dios. ¡Mi hijo fue liberado y dedicó de nuevo su vida al Señor al día siguiente! ¡Gracias Jesús!
B.C. | Kingston, Idaho
Alejado del terror
Gracias por su preocupación y sus oraciones por el ataque terrorista en Turku [Finlandia].
Estoy feliz de comunicarles que mi familia y yo estamos bien. Mi hija estaba en el lugar donde el ataque ocurrió, posiblemente a unos 20 metros. Ella había querido ir a visitar algunas tiendas, pero se sintió guiada a cambiar el orden en el que lo haría. Este cambio la sacó del lugar donde ocurrió el ataque.
Una mujer en la iglesia a la cual pastoreo tenía planes de ir en bus al centro, pero se sintió guiada a ir a las tiendas que están en su barrio. Si ella hubiera tomado el bus, ella se hubiera bajado en el lugar en el que ocurrió el ataque. ¡Gracias a Dios por su dirección y protección!
B.B. | Finlandia
La oración prevalece: Ningún daño por el Huracán Irma
Mis padres y yo estábamos en Illinois haciendo trabajo ministerial y no pudimos estar en Florida para prepararnos para el Huracán Irma. Recibimos el mensaje del hermano Copeland para sus colaboradores. Nos pusimos de acuerdo con sus palabras de fe en contra de la inundación, el viento y el daño causado por las lluvias, y que nuestras casas no se caerían porque estaban cimentadas sobre la roca. Nuestra área fue impactada por ráfagas de 190 Km/h, con vientos sostenidos de 145-160 Km/h, lluvias torrenciales, y varias alarmas de tornados. Pero, gloria a Dios, nuestras casas estaban en perfecto estado cuando regresamos tres días después de la tormenta. ¡Habían varias ramas caídas, pero ninguna sobre nuestras casas! Y a lo que la inundación se refiere, nuestra propiedad está ubicada en terreno bajo. Durante la temporada de lluvias veraniegas, regularmente tenemos agua acumulada; sin embargo, ¡no había ni una gota de agua estancada en ningún lugar! ¡GLORIA A DIOS! ¡Quiero agradecerle al hermano Copeland por llamarnos y por su agresividad en mantenerse firme en contra de las inundaciones! Este es el primer huracán en el que nuestro patio trasero no se inundó. Ya hemos atravesado varias veces por mal clima. ¡Nuevamente, gracias por enseñarnos cómo se hace!
R.S. | Okeechobee, Fla.