El mes pasado estudiamos cómo manejar lo PRIMERO, y me despedí mencionándote la “primera base”. Te dije que hablaríamos acerca del béisbol. // No soy una experta en el tema, pero aun sin saber mucho de ese deporte, la mayoría de las personas conocen que tienes que llegar a la primera base, antes de intentar conquistar la segunda. ¡No se puede saltar el orden de las bases! ¡El árbitro se asegura de que no sea así!
La vida es como un juego de béisbol.
Para anotar, tienes que lograr algunos “home runs”—es decir, llegar a la primera base, la segunda y la tercera. Aplica eso a las acciones, las lecciones y la madurez en la vida. Si vas a llevar a cabo las GRANDES cosas que Dios tiene planeadas para ti, tendrás que hacer primero algunas cosas pequeñas.
Es posible que queramos adelantarnos donde somos grandes, sobresalimos más o somos más listos, sin tomarnos el tiempo de crecer, estudiar o ejercitar. Cuando tenía tu edad y me decían que no podía hacer algo, algunas veces pensaba: ¡Ya soy lo suficientemente grande para hacer eso! ¿Por qué no me dejan? Cosas como quitarle las ruedas de entrenamiento a mi bicicleta, o incluso querer manejar un automóvil, ¡yo siempre creía que podía hacer CUALQUIER cosa! Lo cierto es que eventualmente podrás alcanzar cualquier meta que tú y Jesús se propongan alcanzar.
Sin embargo Superkid, no puedes pasar de la noche a la mañana de las rueditas de entrenamiento de la bicicleta a manejar un auto. Tu cuerpo tiene que crecer y desarrollarse, deberás estudiar las leyes de tránsito y aprender cómo manejar un auto; después tendrás que practicar manejar con uno de tus padres o un profesor.
No puedes empezar en la cima en ningún deporte, clase o lección. En la gimnasia empiezas en el suelo y eventualmente te gradúas al caballete. Empiezas primero con un libro principiante de piano antes de poder dar un concierto mayor en público. Así es también como las reglas del béisbol aplican para la vida. El proceso de crecimiento afecta cada área de la vida… para siempre.
Es posible que no suene muy importante, pero estar pensando siempre en tomar atajos puede mantenerte insatisfecho toda la vida, siempre deseando algo más ¡y sin disfrutar el AHORA! Si te detienes a pensar al respecto, el Señor te mostrará dónde has sido impaciente, buscando adelantarte a tu área de crecimiento. ¡Todos lo hemos hecho alguna vez; sin embargo, te tengo buenas noticias! ¡Tienes un arma secreta en tu interior! La PACIENCIA te ayudará mientras creces. He descubierto que algunas veces quería que mi FE estuviera lista para recibir algo grande, cuando todavía no había practicado para recibir algo pequeño. Por supuesto: puedes tener las cosas grandes por las que estás creyendo mas, sin embargo, tu fe deberá desarrollarse. Santiago 1:3 (Nueva Traducción Viviente) nos dice que cuando nuestra fe es puesta a prueba, nuestra constancia (o paciencia) crecerá. El versículo 4 dice: «Así que dejen que crezca, pues una vez que su constancia se haya desarrollado plenamente, serán perfectos y completos, y no les faltará nada».
Cuando desarrollamos la paciencia, continuamos creciendo, nuestra fe continúa creciendo y LLEGAMOS a donde queremos estar. Viviendo de esa manera podremos disfrutar cada paso del proceso de crecimiento en vez de estar insatisfechos y desagradecidos por el lugar en el que estamos hoy.
Me gusta la manera en la que Colosenses 2:7 (NTV) lo dice: «Arráiguense profundamente en él y edifiquen toda la vida sobre él». Superkid, las raíces toman tiempo para crecer, pero si continúas caminando por fe, inevitablemente lo harán. El resto del versículo dice: «Entonces la fe de ustedes se fortalecerá en la verdad que se les enseñó, y rebosarán de GRATITUD». Y la gratitud nos lleva a recibir lo mejor de parte de Dios. Hebreos 10:36 dice: «Perseverar con paciencia es lo que necesitan ahora para seguir haciendo la voluntad de Dios. Entonces recibirán todo lo que él ha prometido» (NTV).
Aun Jesús tuvo que aprender esta valiosa lección. En Lucas 2:41-51, Jesús había ido con Sus padres a Jerusalén por el Festival de la Pascua. Cuando ya había transcurrido un día completo del viaje de regreso, ¡Sus padres se dieron cuenta de que estaba perdido! Ellos regresaron a Jerusalén y lo encontraron en el Templo haciendo preguntas y hablándoles a los Sacerdotes y los líderes. ¡Se había perdido por tres días! Él debió pensar que era lo suficientemente grande como para ir al Templo solo, pero la Biblia dice que Su mamá lo reprendió. El versículo 51 nos dice que: «Luego regresó con sus padres a Nazaret, y vivió en obediencia a ellos». Imagínate: el mismo Hijo de Dios sabía que necesitaba crecer. Lucas 2:52 (Traducción La Pasión) dice: «Mientras Jesús CRECIA, también su madurez y sabiduría crecían. El favor de los hombres AUMENTABA sobre su vida, porque era amado grandemente por Dios».
¡Superkid, TÚ también eres amado grandemente por Dios mientras creces y te desarrollas! Y cuando pienses que has conquistado tu meta, el Señor te guiará a algo nuevo y todavía más emocionante. Él tiene grandes planes para tu vida, pero una cosa es segura: Él planea que siguas creciendo, alcanzando cada una de tus metas. Él planea que tú seas como Jesús—¡creciendo en sabiduría, madurez y en todas las cosas buenas! Jesús se asegurará de que llegues a primera, segunda y tercera base… hasta el “home run”. Superkid, ¡estaré animándote todo el camino!