Libre de los cigarrillos
Dios me libró de las cadenas de la adicción a los cigarrillos. Había estado orando y usando la Palabra de Dios referente a esa atadura por algún tiempo; sin embargo, sabía que, si continuaba siendo consistente en la oración y con la Palabra, sería librado… ¡y lo fui! Además, le pedí que el olor a cigarrillo me repugnara y ¡lo hace! Estoy haciendo cambios en mi vida, en mi trabajo y estilo de vida… Estoy agradecido por tenerlos en mi vida.
K.B. | New Baltimore, Mich.
De estéril a fructifero
Me gustaría compartir cuánto su ministerio ha impactado en mi vida. En 1995, el Señor Jesús me llamó a ser parte de Su familia. Tenía 25 años en ese entonces y conocía a Jesús; sin embargo, nunca había escuchado la Palabra. Él puso una Biblia en mi mano, me dio un compañero de trabajo lleno del Espíritu para ayudarme y a ustedes para ayudarme a entender la Palabra y el verdadero significado de la fe. Yo leía la Palabra y escuchaba sus casetes y leía sus libros día y noche. Ustedes me enseñaron a tener una fe inamovible que continúa firme hasta este día.
A través de la fe que Él me ha dado, he visto milagros: primero, mi esposo entregándose al Señor en un momento en el que había amenazado de muerte a mi pastor si seguía ministrándome. Mi hijo nació después de 10 años en los que mi esposo y yo éramos estériles y no habíamos podidos tener hijos. Yo me estaba volviendo una amarga y me di cuenta de que necesitaba creer que Dios nos daría los deseos de nuestro corazón. Me mantuve apegada a esa promesa; sin embargo, necesitaba soltar mi amargura, mis heridas y mi decepción. Tenía que dejar de tratar. Tenía que aceptar la voluntad de Dios. Un día lo entregué todo y le di a Jesús y a nuestro Padre mi futuro como madre. Le dije al Señor: “Si no quieres que tenga hijos, que sea así. Señor, lo acepto porque Tú sabes lo que es mejor para mí”. ¡Al siguiente mes quedé embarazada y ahora nuestro hijo ya tiene 9 años! ¡Dios es fiel! ¡Alabado sea Jesús!
Hoy en día, mi esposo, mi hijo y yo oramos juntos todas las noches, todas las mañanas y en cada comida. Es milagroso. Dios es tan, tan maravilloso. Gracias a ustedes por su ministerio
T.Z. | New York
Libre de deudas en nueve meses
La primera vez que escuché al Pr. George Pearsons predicar acerca de salir de deudas fue en el año 2009. Mi esposo y yo decidimos obedecer la Palabra en nuestro pacto con Dios para así recibirla. Nueve meses más tarde, nuestra única deuda (una hipoteca) fue pagada… y seguimos sin deuda.
E.T. | Toronto, Ontario
¡Al fin libres de la hipoteca!
¡Muchas gracias por sus oraciones! Finalmente, nuestra familia es libre de la hipoteca después de que el Señor nos permitió pagar por completo el balance que teníamos en nuestra hipoteca por un monto de $6.900 dólares. Alabado sea Dios, ¡pagamos nuestra hipoteca en tan solo 9,5 años! Nuevamente, muchas gracias, KCM.
R. & L.F. | Winnipeg, Manitoba
Una semilla sembrada en fe produce abundancia
Había estado creyendo a Dios por el capital que necesitaba para comenzar un negocio de una idea que tenía. Después de leer el libro Las leyes de la prosperidad de Kenneth Copeland, mi fe se fortaleció para sembrar en el reino de Dios. Sembré una semilla de 100.000 naira nigerianos (unos $300 dólares) en el reino (mi iglesia local), creyendo por una cosecha del ciento por uno. Cerca de tres meses después, recibí una semilla de capital de 8 millones de nairas (unos $25.000 dólares) para comenzar mi negocio…
¡Gloria a Dios!
C.U. | Abuja, Nigeria