Superkids, empezamos este año con el deseo de ser diferentes, de permitirle al Señor que nos acerque a Él. Hemos aprendido que ser diferentes significa que seamos como Él en un mundo que lo necesita. El mes pasado nos comprometimos a dejar que Él nos enseñara, nos formara y nos guiara. Así que aquí estamos, apoyándonos en Su grandeza con un corazón listo para amarle y adorarle. Él desea que seamos una señal y una maravilla, indicándole a la gente Su amor por ellos. Es importante recordar que no podemos convertirnos en una señal y una maravilla a través de nuestras propias habilidades. Solo al rendirnos ante Jesús le permitiremos brillar a través de nosotros.
¿Has pensado alguna vez en las señales, los carteles, o en los postes indicadores? La próxima vez que vayas en auto, fíjate por qué están ahí. ¿Cuántas señales de tráfico ves? ¿Qué ayuda prestan las señales al conductor? ¿Cuántas vallas publicitarias ves? ¿Están iluminadas? ¿Qué tipo de cosas anuncian? ¿Te dan hambre los carteles de los restaurantes? Si has respondido que sí, eso significa que el cartel ha cumplido su función. Estos ejemplos pueden enseñarnos mucho.
Los postes indicadores tienen varias características:
– Llevan algo escrito, normalmente una imagen de algo que la gente desea.
– A menudo provocan que el espectador desee lo que se le ofrece.
– Pueden indicar dónde encontrar un producto o un negocio.
– Pueden hacer que el espectador decida tener lo que se ofrece.
Si somos señales para Jesús, ÉL puede ser la luz que brilla desde nosotros – indicándose a ÉL MISMO en nuestras vidas. ¡Nuestras vidas causarán que otros también lo quieran en sus vidas! Podemos decirle a la gente cómo encontrarlo y llevarlos a aceptarlo en sus corazones.
Las características de una señal de tráfico pueden ayudarnos también a ver nuestro propósito.
Éstas pueden:
– Dar direcciones que ayuden a los conductores a mantenerse seguros.
– Advertir de peligros potenciales.
– Ayudar a los conductores a encontrar su camino a un destino determinado.
– Sujetarse con cemento para que no se muevan ni se dañen con facilidad.
¿Se te ocurren formas de aplicar esto a nosotros como señales para los demás? Háblalo en familia. ¿De qué manera eres una señal o un poste indicador que guía a tus amigos y familiares? ¿Estás marcando la diferencia en la forma en que los demás ven a Jesús? ¡Estamos empezando a hacerlo!
El otro día escuché la historia de un famoso cantante. Cuando era más joven, un niño le habló de Jesús. Mientras escuchaba, el cantante sintió la presencia de Jesús y Su amor con tanta fuerza que supo que Jesús era real. Un niño cambió la vida de este hombre para siempre, ¡y ahora este hombre le está hablando a otros acerca de Jesús!
A medida que continuemos siguiendo a Jesús, nuestra confianza en Él crecerá. Cuanto más camino recorro con el Señor, más me doy cuenta de que mi vida no se trata de cuánto puedo hacer por Jesús, sino de lo que le permito hacer a través de mí. Cuando oro para que alguien sea sanado, debo recordar que no estoy mostrando mi poder, sino el Suyo. No soy una señal indicativa de mí misma, sino de Él. Esto trae gran confianza para mostrar Su amor y sanidad. Así como un letrero que muestra tu restaurante favorito no puede darte una hamburguesa, ¡sí puede mostrarte dónde conseguirla, o provocarte de una!
Superkid, ¿quieres vivir tu vida a propósito como una señal? Deja que Jesús se haga cargo de cada momento. Cuando sucedan cosas buenas, agradécele y dale crédito a Jesús. Deja que los demás sepan que Él es Quien bendice tu vida y cuida de ti. ¿Has tenido un momento difícil, o una oportunidad para decepcionarte? Permanece en tu lugar de confianza con tus ojos fijos en Jesús. Deja que Él te ayude. Cuando pacientemente confíes en Él, Él te llevará a tal lugar de victoria que otras personas no podrán evitar ver Su mano en tu vida.
Jesús quiere que otros puedan verlo mientras Él te bendice. Ésta siempre ha sido Su manera de alcanzar a la gente que no le pertenece. La nación de Israel siempre fue bendecida para que otras naciones pudieran ver que Dios ama y bendice a aquellos que le pertenecen.
¿Dejarás que Él se pegue a ti como una señal? Si tu vida fuera una señal, ¿qué diría? ¿Jesús te ama? ¿Es bueno contigo? ¿Cumple sus promesas? ¿Te sana?
Si necesitas conocer Su amor, Su bondad o Su sanación, míralo a través del punto de vista de una señal. Di: “Jesús, estoy disponible como ser una señal para otros de que Tú nos amas, de que Tú eres nuestro Sanador, Salvador y Pastor. Te doy mi vida para mostrarle a los demás cuánto nos amas.”
Ahora, ¡créelo! Recibe Su Palabra y Su amor por ti. A medida que creas que lo que Él dice de ti es verdad, te convertirás en esa señal; cimentada, asentada y fijada en Sus palabras de amor, vida y sanación. Cuanto más comiences a conocer a Jesús de esta manera, ¡no podrás evitar decirle a la gente lo bueno que es Él!
Juan 17:20-23 (La Biblia Viviente) es la oración de Jesús por ti:
No ruego sólo por éstos, sino también por los futuros creyentes que vendrán a mí por el testimonio de éstos. Mi oración por todos ellos es que tengan un solo corazón y una sola mente, como tú y yo, Padre: que, así como tú estás en mí y yo en ti, así ellos estén en nosotros, y el mundo crea que tú me enviaste. Les he dado la gloria que me diste a mí –la gloriosa unidad de ser uno, como lo somos nosotros: yo en ellos y tú en mí, todos perfeccionados en uno— para que el mundo sepa que tú me enviaste y comprenda que los amas tanto como a mí.
A medida que sigamos a Jesús, crecerá nuestra confianza en Él. Seremos como la valla publicitaria al borde de la carretera, informándole a todo el que pasa que somos una invitación a conocer el amor de Jesús. Lo último que Jesús oró en Juan 17:26 fue que no sólo lo viéramos a Él, sino que viéramos y conociéramos el poderoso amor que el Padre tiene por nosotros: “Y yo te he revelado a ellos y seguiré revelándote para que el poderoso amor que me tienes esté en ellos, y yo en ellos.”
¡Jesús nos está señalando la dirección correcta, Superkid! Estamos en camino de conocerle a Él, al Padre y al Espíritu Santo como nunca. ¡Llevemos a un montón de gente con nosotros!
La Comandante Kellie