Superniños, en los Estados Unidos, celebramos un festivo al que llamamos Acción de Gracias. Ese tiempo es una de mis temporadas favoritas. Tal vez, el Día de Acción de Gracias es la inspiración para mi esquina este mes, o probablemente, simplemente es algo que todos necesitamos escuchar. De cualquier manera, sin importar donde vivas, ser agradecido es una parte importante, de nuestra vida con Dios y con los demás.

Es probable que hayas escuchado la historia de los 10 leprosos, que fueron sanados y como cuando uno volvió a agradecerle a Jesús, fue lleno con plenitud. Es posible que ya sepas lo que significa pleno: “sin que nada te falte, sin nada roto”

Lo maravilloso de esto, es que mientras oraba por mi carta de este mes, Dios me mostro algo muy interesante, acerca de ser agradecido ¡y tengo que compartirlo!

Lucas 17:11-19 en la Nueva Traducción Viviente, dice:

«Mientras Jesús seguía camino a Jerusalén, llegó a la frontera entre Galilea y Samaria. Al entrar en una aldea, diez leprosos se quedaron a la distancia, gritando: —¡Jesús! ¡Maestro! ¡Ten compasión de nosotros! Jesús los miró y dijo: —Vayan y preséntense a los sacerdotes. Y, mientras ellos iban, quedaron limpios de la lepra. Uno de ellos, cuando vio que estaba sano, volvió a Jesús, y exclamó: «¡Alaben a Dios!». Y cayó al suelo, a los pies de Jesús, y le agradeció por lo que había hecho. Ese hombre era samaritano. Jesús preguntó: «¿No sané a diez hombres? ¿Dónde están los otros nueve?  ¿Ninguno volvió para darle gloria a Dios excepto este extranjero?». Y Jesús le dijo al hombre: «Levántate y sigue tu camino. Tu fe te ha sanado».

Dice que 10 leprosos se quedaron a la distancia de Jesús, cuando clamaban por su ayuda. La lepra es contagiosa, así que no podían acercarse a la gente. Para obedecerle a Jesús y presentarse delante de los sacerdotes, tenían que ir en fe. Ellos podían meterse en problemas, porque los sacerdotes eran los que podían castigarlos, o darles permiso de acercarse a las personas. Estoy segura que cuando sanaron, estaban emocionados y ¡corrieron a ver sus seres queridos, a los que no habían podido acercarse!

Muchos hemos oído acerca de este hombre (para hacerlo más divertido llamémoslo Joe) que dio las gracias y fue hecho pleno, pero hay mucho más en juego aquí que tan solo decir: “gracias”.

Dice que: él ¡volvió a Jesús! Cuando Joe vio que estaba sano, estaba lejos, sin embargo, salió corriendo para acercarse a Jesús, gritando alabanzas, emocionado por lo que Jesús había hecho por él. Esto es importante. Muchas veces las personas le piden ayuda a Jesús y Él los ayuda. Es muy fácil seguir con nuestro camino o decir rápidamente gracias, sin embargo, tomarse tiempo para acercarse a Jesús, alabarlo y pasar tiempo con Él, hará mucho más que arreglar el problema, ¡cambiará tu vida COMPLETAMENTE! Joe no solamente fue sanado, fue hecho PLENO.

¡Eso significa que, si había perdido su oreja, dedos o alguna otra parte de su cuerpo por la enfermedad, Jesús hizo que su cuerpo estuviera completo de nuevo y probablemente, también arreglo el resto de problemas que tenía!

Cuando alabamos a Jesús y pasamos tiempo con Él, es como si lo miráramos a la cara. De la misma manera que lo bendijo lo que Joe hizo, también es bendecido cuando nos acercamos a Él y realmente estamos agradecidos de corazón. Estoy segura que nuestro agradecimiento le agrada, sin embargo, lo que realmente le gusta es poder ayudarnos a que nuestras vidas sean plenas, y no solo ayudarnos mientras vivimos. Esta clase de gratitud no ocurre de un momento a otro, requiere nuestra atención, pensamientos y la decisión de como respondernos a Su bondad hacia nosotros.

Jesús es bueno con nosotros de muchas maneras. ¡Él nos bendice a través de otras personas todos los días! Todos tenemos personas en nuestra vida que nos aman y que hacen cosas buenas por nosotros. Cuando alguien hace algo bueno por ti, ser agradecido es lo correcto, no solo hacia esa persona, sino también hacia Jesús. Lo más divertido, es que cuando practicamos ser agradecidos con Jesús, aprendemos a ser más agradecidos con los demás y cuando nos proponemos ser agradecidos con los demás, es más fácil ser agradecido con Jesús.

Superkid, sea con Jesús, tus padres, amigos o alguien más, la gratitud es más que palabras. Es una actitud del corazón. Es algo a lo que debes prestarle atención. Es algo que haces a propósito. La próxima vez que alguien haga algo bueno por ti, sea pequeño o grande, deja de hacer lo que estás haciendo y ve a donde esa persona y dile: “gracias, te lo agradezco mucho”

Todos los días tenemos razones para detenernos y decirle gracias a nuestro mejor amigo Jesús. Deja de hacer lo que estás haciendo y pasa algún tiempo con él, dile lo agradecido que estas por el día y por las cosas buenas que Él y los demás hicieron por ti.

Acción de gracias no es algo solo de una vez al año, sino que es un estilo de vida que te trae, salud y paz. Sin importar donde vivimos o que día es, seamos agradecidos. Las personas agradecidas son felices, bendecidas y exitosas, como Jesús dijo, personas de fe. Superkid una vida agradecida es la mejor aventura que puedes tener. ¡Te pondrá cara a cara con Jesús TODOS LOS DIAS!