Junio es el mes en que la gente de los Estados Unidos, así como otras naciones de todo el mundo, celebran a los padres con un día propio. ¡Qué tal si honramos, amamos y prestamos atención a nuestros padres, abuelos, tíos y figuras paternas!
Yo honro a mi papá, Kenneth Copeland, que ha sido y sigue siendo un padre maravilloso. Siempre me ha mostrado un amor incondicional y ha apoyado mis sueños. Él tenía un buen ejemplo a seguir porque mi abuelo, A.W. Copeland, era igual. Espero seguir el ejemplo de mi papá y de mi abuelo. He aprendido a vivir, amar y bendecir a la gente observando y aprendiendo de estos hombres maravillosos. Estoy agradecida de formar parte de su familia.
El otro papá que quiero honrar este mes es uno que compartimos entre todos: ¡nuestro Padre celestial! Honrémoslo no sólo con palabras, ¡sino dándonos cuenta de que Él es REALMENTE nuestro Padre! La Biblia nos dice en Romanos 8:15-17, La Traducción de la Pasión:
…Pero han recibido el “Espíritu de plena aceptación” (filiación completa o espíritu de hijos consagrados) que los envuelve en la familia de Dios. Y nunca se sentirán huérfanos, porque al elevarse en nosotros, nuestros espíritus se unen a él para decir las palabras de tierno afecto: “¡Padre amado!” (Papá o Papi). (Porque el Espíritu Santo hace real para nosotros la paternidad de Dios, al susurrar en lo más íntimo de nuestro ser: “¡Eres el hijo amado de Dios! Y como somos sus verdaderos hijos, tenemos derecho a compartir todos sus tesoros, pues somos herederos de Dios Mismo. Y puesto que estamos unidos a Cristo, también heredamos todo lo que él es y todo lo que tiene…
El Mensaje lo expresa de esta manera:
Es aventuradamente expectante, saludando a Dios como un niño “¿Qué sigue, papá?” como el Espíritu de Dios toca nuestros espíritus y confirma quiénes somos realmente. Sabemos quién es Él, y sabemos quiénes somos nosotros: Padre e hijos. Y sabemos que vamos a recibir lo que nos corresponde: ¡una herencia increíble!
Superkid, a medida que mantengamos nuestros ojos en Jesús, empezaremos a ver a nuestro Padre con mayor claridad. Comenzaremos a conocerlo como Jesús lo conoce. Jesús entregó Su vida para que esto pudiera suceder. ¡El mundo entero está esperando que tú y yo entendamos esto!
Estoy convencido de que cualquier sufrimiento que padezcamos es menos que nada comparado con la magnitud de la gloria que está a punto de desvelarse en nosotros. EL UNIVERSO ENTERO ESTÁ DE PUNTILLAS, anhelando ver la revelación de los gloriosos hijos e hijas de Dios. En contra de su voluntad, el universo mismo ha tenido que soportar la futilidad vacía resultante de las consecuencias del pecado humano. Pero ahora, con ansiosa expectación, toda la creación anhela librarse de su esclavitud a la decadencia y experimentar con nosotros la maravillosa libertad que llega a los hijos de Dios (Romanos 8:18-21, TPT)
Sé que es mucho por asimilar, pero fuimos creados para ser como Jesús, el Hijo de Dios. A medida que nos parezcamos más y más a Él, el mundo verá que no sólo le pertenecemos, ¡sino que también somos como Él! Somos como Jesús y somos como nuestro Padre. Él es un Padre verdadero. Y nosotros somos Sus verdaderos hijos.
¿Recuerdas Juan 3:16? Dice: «Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna.» (Nueva Traducción Viviente).
El Padre envió a Su Hijo, Jesús, al mundo para dar a toda la humanidad la vida eterna. La única forma en que las personas pueden llegar al Padre es a través del encuentro con Su Hijo. ¿Cómo conocerán a Jesús? ¿Y si lo ven en ti? ¿Y si vives, amas y bendices tanto como tu Padre celestial que produce que la gente también quiera conocerlo? ¿Cómo luciría eso?
¿Seguimos adelante con este plan GRANDIOSO de Dios? ¿Sí? Hagámoslo. Sigámosle en este tiempo nuevo y asombroso en el que vivimos. Aunque el mundo parece un poco raro en este momento, están hambrientos de conocer a Jesús. Lo que pasa es que no lo saben. Están de puntillas esperando a que aparezcamos. ¿Estás listo? ¡Vamos!
“¡¿Cuál es el próximo paso, papá?!”
La Comandante Kellie