La protección del Salmo 91
Quiero agradecerles por permitirme ser su colaboradora y por sus oraciones por mi familia. Hace poco tiempo, mi hijo menor sufrió un accidente. Su automóvil quedó totalmente destrozado, sin embargo, él sólo tuvo un rasguño y un moretón. El oficial de policía me dijo: «Señora, tiene suerte de tener vivo a su hijo». El conductor de la grúa me dijo: “Dios estuvo con su hijo hoy”. ¡Alabado sea Dios por Su poderosa protección descrita en el Salmo 91!
A.L. | Canadá
Libre de deudas
Habíamos estado viendo los programas de televisión de Gloria y Pastor George, los cuales hablan acerca de cómo ser libre de deudas. Y desde junio de 2012, fuimos libres de las deudas de las tarjetas de crédito. ¡Alabado sea Dios! Ahora también estamos creyendo porque nuestra camioneta y nuestra casa sean pagadas por completo. Gracias por hacer ese tipo de programas. ¡Nosotros los vemos una y otra vez!
R.W. | Canadá
La última palabra la tiene Dios
En noviembre del 2011, me diagnosticaron cáncer de mama y me programaron una cirugía. Inmediatamente después de recibir ese diagnóstico del enemigo, acudí a la Palabra de Dios en lo que concierne a mi liberación y mi sanidad. Compré muchas enseñanzas y libros de Kenneth y Gloria, los escuché y los leí de día y de noche, reclamando mi sanidad en el nombre de Jesús. Los médicos removieron el tumor en mi pecho y uno de los nódulos que tenía.
El médico encontró células cancerígenas en el nódulo, y dijo que necesitaba extraer más evidencia, pues creía que el cáncer se había esparcido. Me aferré a la Palabra de Dios que afirma que por las llagas de Jesús era sana, que el Señor me liberaría, y que no moriría hasta que estuviera satisfecha y llena de días. Me sometí a la segunda operación, y el médico extrajo 17 nódulos más. Para su sorpresa, todos estaban libres de cáncer, y no había más evidencia de cáncer en mi cuerpo. ¡Alabado sea el Señor!
Sin embargo, aún debía visitar a un oncólogo, quien quería aplicarme un tipo de quimioterapia que sólo me beneficiaría en un 10%, y cuyo efecto secundario sería que mis ovarios no volverían a funcionar. Rechacé ese diagnóstico ya que había estado creyéndole a Dios por más hijos, y creía que por la llagas de Jesús era sana. Continué tomando mi dosis diaria de la Palabra. Y al siguiente año, cuando me saqué una mamografía, todo se encontraba completamente bien y en su estado normal. ¡Jesús me hizo libre!
A.S. | Reino Unido
Libre de la adicción y de la bulimia
Desde que me enviaron el libro titulado: Cómo disciplinar la carne, soy libre y sano de mi adicción a las píldoras y a la bulimia. Ahora, duermo en mi dormitorio, lo cual no podía hacer desde hacía 30 años. Estoy comiendo saludable, y también estoy perdiendo peso. Gracias.
M.R. | Australia
Un regalo de bodas de parte de Dios
Hace poco tiempo me comprometí en matrimonio. Mi prometida y yo decidimos empezar a diezmar juntos. Tomamos esa decisión, pues deseábamos empezar a activar la prosperidad celestial y LA BENDICIÓN en nuestras vidas. Juntos, diezmábamos mensualmente 4,632 Rands (moneda sudafricana). Luego de seis meses de diezmar fielmente (se acabaron los sacos rotos), el Señor comenzó a comprobar Su fidelidad, y empezó a derramar Su BENDICIÓN sobre nosotros.
En un concurso de exposición de bodas, ganamos nuestra luna de miel; ¡la cual equivalía a 46,000 Rands! Nuestro Dios sí que sabe dar obsequios de boda. Yo nunca hubiera podido pagar una luna de miel de ese precio, ¡pero LA BENDICIÓN sí pudo! Además, ambos recibimos un 7% de aumento en nuestros salarios y nos reembolsaron 10,000 Rands por pagar nuestros impuestos. Y todo eso ocurrió en tres meses. ¡Nuestro Señor es un Dios fiel y generoso! ¡Alabado sea el Dios de LA BENDICIÓN!
T.E. | Sudáfrica
Escuché la declaración de la hermana Gloria
Cierto día, mientras me encontraba sentada escuchando una enseñanza de la hermana Gloria en mi automóvil, otro conductor se estrelló contra la parte trasera del mío. Y mientras estaba inconsciente, comencé a ver una luz blanca y resplandeciente. Luego, escuché cuando la hermana Gloria dijo: «Sé sana en el nombre de Jesús» ¡y recobré el conocimiento!
Linda L. | Charlotte, Carolina del Norte