«Pero en mi corazón recapacito, y eso me devuelve la esperanza. Por la misericordia del Señor no hemos sido consumidos; ¡nunca su misericordia se ha agotado! ¡Grande es su fidelidad, y cada mañana se renueva!» Lamentaciones 3:21-23
Dios es fiel. Dios está lleno de compasión. Sus misericordias son nuevas cada mañana. Como creyente sabes esas cosas, pero no te será suficiente con saberlas.
Para que tengan efecto en tu vida, es necesario que las recuerdes constantemente. Tienes que recordarlas una y otra vez, con el fin de que aviven tu esperanza y edifiquen tu fe.
Así que proponte traer a la memoria la fidelidad de Dios cada mañana. Recuerda cuáles son los beneficios que te pertenecen en Jesús. ¿Cuáles son algunas de esas misericordias? El Salmo 103 las enumera
- El Señor perdona todas tus maldades.
- El Señor sana todas tus dolencias.
- El Señor te rescata de la muerte.
- El Señor te colma de favores y de su misericordia.
- El Señor te sacia con los mejores alimentos para que renueves tus fuerzas como el águila.
- El Señor imparte justicia y defiende a todos los que sufren por la violencia.
- El te Libera.
- Él dio a conocer Sus caminos y reveló Sus obras.
- El Señor es misericordioso y clemente; es lento para la ira, y grande en misericordia.
Proponte decirle estas cosas en voz alta al Señor todas las mañanas este año. Tómate el tiempo necesario para orar y recordar las misericordias de Dios, y al final del año estarás más fortalecido en la fe y más seguro del amor de Dios.
No te conformes con saber acerca de las bendiciones de Dios, sino que recuérdalas cada día para que vivifiquen tu vida.