Tengo un secreto que quiero compartirte. Lo aprendí cuando tenía tu edad: ¡Tú eres el favorito de Dios! Sí, ¡lo eres y yo también! ¿Suena como algo imposible? A lo mejor piensas que el favorito de Dios debe ser Jesús. A lo mejor eres como mi hija Emily, quien frecuentemente me pregunta: “¿soy tu hija favorita?”, a lo que le respondo: “Todos mis hijos son mis favoritos”. A lo mejor tus papás te han dicho lo mismo, si tienes hermanos. ¡Como madre, puedo asegurarte que es absolutamente posible tener tantos favoritos, como la misma cantidad de hijos! Él es amor y envió a Su Hijo, Jesús, para que fuera posible que todos nosotros fuéramos Sus hijos e hijas favoritos.
¿No te alegra? Yo estoy eternamente agradecida por mi hermano mayor, Jesús, por hacer posible que sea una hija de Dios. Le pedí a Jesús que viniera a mi corazón cuando tan solo era una niña de preescolar. Jesús y yo hemos estados juntos por mucho tiempo, sin embargo, cuando tenía tu edad aprendí acerca del FAVOR DE DIOS y cómo caminar en él. Quiero compartir algunas verdades acerca del favor de Dios contigo.
Dios me ama. ¿La Biblia lo dice, cierto?
«Dios mostró cuánto nos ama al enviar a su único Hijo al mundo, para que tengamos vida eterna por medio de Él»
(1 Juan 4:9, NTV).
«Miren con cuánto amor nos ama nuestro Padre que nos llama sus hijos, ¡y eso es lo que somos!» (1 Juan 3:1, NTV).
Para empezar a recibir el favor de Dios, tienes que empezar a creer que Él te ama.
Dios me favorece. Favorecer significa: “que alguien te gusta, mostrarle bondad, dar un buen trato, tener preferencia por alguien más”. A pesar de que Dios ama a todo el mundo, Él favorece a Sus hijos.
En Números 6:25-36 Él les dice a Sus hijos: «Que el Señor sonría sobre ti y sea compasivo contigo. Que el Señor te muestre su favor y te dé su paz» (NTV).
Cuando leemos este versículo, pienso en Dios sonriéndome como una carita feliz amarilla muy grande. ¡De hecho, cada vez que veamos una carita feliz amarilla, permitamos que esta nos recuerde, que Dios nos ama y nos favorece! Entonces desde ahora, ¡pensaré en Dios y Su favor sobre mis cadetes Superkid!
¡Dios hace que las cosas funcionen para mí! Una de mis promesas favoritas en la Biblia es Romanos 8:28: «Y sabemos que Dios hace que todas las cosas cooperen para el bien de quienes lo aman y son llamados según el propósito que Él tiene para ellos» (NTV).
¡Superkid, yo sé que este versículo te describe! Cuando alguien vive su vida para Jesús y Su plan para ellos, puede tener a Dios como su colaborador o socio, ¡haciendo que las cosas funcionen para su beneficio! ¡Esa es otra manera de decir “favor”! Esta es una palabra maravillosa para mantenernos firmes por nuestra vida, nuestro futuro, nuestro destino, ¡sin embargo no es para algún día futuro, para adultos y serios!
Superkid, Dios quiere mostrarte Su favor, ¡AHORA! Él quiere que aprendas a caminar en Su favor cada día, tanto en las cosas divertidas y tontas, como en las cosas grandes. ¡Él quiere mostrarte que tú eres Su favorito, todos los días!
Te contaré lo que me sucedió hace algunos meses. Fui con algunos amigos y familiares a un parque de diversiones muy grande. Tú sabes cómo son esos parques los días viernes; hay mucha gente y usualmente hay filas para todo, además son muy largas y aún más para subirse a las mejores atracciones. Esa mañana todos oramos por nuestro día, diciéndole al Señor que éramos Suyos y que haríamos cualquier cosa que quisiera que hiciéramos. Oramos por protección y seguridad. Después le pedimos al Señor Su favor sobre todos nosotros. ¡Bien, conociendo a nuestro maravilloso Padre celestial, puedes saber cómo resultó el día! Las bendiciones eran tan evidentes y abundantes, que pensé: ¡Señor, hoy ha sido maravilloso! ¡Quiero hacer algo por ti! Todos le agradecimos una y otra vez. De milagro en milagro, tuvimos un día maravilloso; difícilmente tuvimos que hacer una fila y nos subimos en cada atracción en la que quisimos. ¡Hasta nos subimos en la mejor atracción del parque dos veces! En nuestra segunda vez (después de esperar solo 5 minutos ) inclusive sucedió algo todavía más maravilloso. El Señor nos permitió bendecirlo. Él nos condujo hacia un joven y una mujer que estaban listos para escuchar acerca de Él. Les hablamos acerca de Jesús, les dijimos que los amaba y luego les pedimos que le dieran su corazón, ¡allí en el medio del parque de diversiones! ¡Eso fue lo mejor que sucedió ese día! El favor de Dios en nosotros hizo mucho más que bendecirnos solamente a nosotros y nos hizo RESPLANDECER, para hacer brillar Su luz sobre otras personas.
Superkid, ¡podría continuar hablándote del favor de Dios una página tras otra!
Oro para que este artículo haga que quieras empezar a pedirle a Dios por Su favor y que estés hambriento cada día más. ¡Ciertamente Él te mostrará más, si se lo pides!
Puedes empezar hoy diciéndole:
Padre, ¡te agradezco por amarme! Gracias por hacer que sea Tu hijo o hija. Hoy, te ofrezco todo lo que soy y mi vida. Te pido que me des favor contigo y con los demás. Hoy brillaré. RESPLANDECERÉ con Tu presencia y las demás personas querrán conocerte, porque verán TU FAVOR en mí.
¡Superkid, Tienes estatus de hijo favorito! ¡Haz algo con él hoy!