A través de los años, miles de personas nos han escrito tanto a Ken como a mí para compartir sus testimonios y contarnos cómo Dios los libró de enfermedades, problemas, pobreza y angustia, y cómo llenó sus vidas con Su bondad. He leído muchas de sus cartas y puedo asegurarte que son personas felices.
Han descubierto lo mismo que yo: cuando haces lo que Dios te llama a hacer y te conectas con Su Plan Maestro, te sientes satisfecho. El plan de Dios es donde está la verdadera paz. Su plan es donde está la verdadera alegría. El camino brillante de Dios es el lugar de la libertad.
No sé dónde estés hoy en el camino luminoso de Dios. Puede que estés dando tus primeros pasos. Puede que te hayas desviado de ese camino y quieras volver. Puede que hayas caminado por ese sendero brillante durante años. Sea donde fuera que estés, te aseguro que necesitarás valor para seguir adelante, porque en el camino de Dios hay sorpresas. Hay giros y vueltas, montañas y valles que desafiarán tu fe.
Para superar esos retos, debes atreverte a creer que Dios es realmente tan bueno como nos lo comparte la Biblia. Debes entender que puedes confiar absolutamente en Él y que todo lo que te diga que hagas es por tu bien. Debes confiar en Dios y en lo que Él te dice en Su Palabra escrita y en tu corazón.
Debes darles la espalda a las mentiras del diablo y creer lo que el Salmo 145:8-9 (RVA-2015) dice acerca de Él:

– Que es Clemente. Él está dispuesto a mostrar favor y le gusta hacer cosas buenas por ti.
– Que es Compasivo. Él desborda amor por ti en forma absoluta. Se preocupa profundamente por todo lo que te concierne y ha prometido no dejarte ni abandonarte jamás. Porque Él te ama como un padre, Él quiere que tengas éxito y seas bendecido, aún más que tú mismo.
– Que es lento para la ira y grande en misericordia. Cuando le desobedeces o cometes un error, no se apresura a castigarte o darte tu merecido. Sólo te pide que te arrepientas y confieses tu pecado para poder perdonarte y ayudarte a volver a entrar en Su círculo de bendición. Incluso si has reincidido y temes haber agotado la paciencia de Dios, Él te recibirá con los brazos abiertos cuando acudas a Él. Como dice Lamentaciones 3:22-25: «Por la misericordia del Señor no hemos sido consumidos;
¡nunca su misericordia se ha agotado! ¡Grande es su fidelidad, y cada mañana se renueva!
Por eso digo con toda el alma: «¡El Señor es mi herencia, y en él confío!» Es bueno el Señor con quienes le buscan, con quienes en él esperan.» (Reina Valera Contemporánea).
– Bueno es el SEÑOR para con todos, y su misericordia está en todas sus obras. Él no tiene un gran plan para una persona y un pésimo para otra. Él no ama a uno de Sus hijos más que a otro. Tiene un plan glorioso para cada uno de nosotros porque nos ama por igual y es bueno con todos. Sus planes para cada persona serán diferentes porque todos somos únicos. Pero, siempre puedes estar seguro de que Su plan para ti será tan bueno como el mío.

¿Cómo podría Su plan ser menos que eso? Ha sido perfectamente diseñado por el Maestro.
Una vez que empieces a comprender lo asombrosamente bueno que es el brillante camino de Dios, tendrás una pregunta candente.
¿Cómo encuentro ese camino?
No te contentarás con vagar por aquí y por allá, dondequiera que te lleven las circunstancias. No te conformarás con levantarte cada mañana, ir a trabajar, volver a casa, ver la televisión y acostarte. Querrás dar pasos concretos hacia tu destino. Querrás estar seguro de que estás viviendo de acuerdo con el Plan Maestro de Dios.
Si te pareces a mí cuando comencé mi relación con Dios, al principio puedes sentirte abrumado por el desafío. Puede que recuerdes los errores que has cometido y los giros equivocados que has dado, y te preguntes cómo descubrir exactamente lo que Dios quiere que hagas.
Si eso es lo que estás pensando, te tengo buenas nuevas. No tienes que ser un genio espiritual para encontrar el camino brillante de Dios. No tienes que ser un experto teólogo, ni siquiera un cristiano experimentado.
Te lo puedo asegurar, no sólo porque lo dice la Biblia, sino porque yo misma lo he comprobado. No tenía ni idea cuando le entregué mi vida al Señor por primera vez. No tenía ni idea de lo que Dios pensaba sobre las cosas. Nunca había aprendido mucho sobre la Biblia. Nadie me había enseñado las poderosas verdades de la Palabra. No sabía nada de lo espiritual. Pero Dios pudo ayudarme a pesar de todo porque Él ha hecho provisión para las personas en esa condición. Su sabiduría los está llamando. La Biblia dice:

¿Acaso no está llamando la sabiduría? ¿Qué, no deja oír su voz la inteligencia? Se para en las colinas, junto al camino; se queda esperando en las encrucijadas. Deja oír su voz a un lado de las puertas; a la entrada misma de la ciudad exclama: «A ustedes, los hombres, los llamo; a ustedes, los hombres, dirijo mi voz… ¡Óiganme, que lo que voy a decirles son cosas muy justas e importantes. (Proverbios 8: 1-6, 17).

Según ese pasaje, no importa quiénes seamos o dónde nos encontremos en la vida, Dios nos habla con Su sabiduría; la pone a disposición de todos.
Sin embargo, si queremos esa sabiduría, no podemos esperar que ella nos encuentre. No podemos quedarnos sentados esperando que Dios nos busque. Él hará algunas maniobras por nosotros. Él nos ayudará. Pero, en última instancia, si queremos obtener la sabiduría que necesitamos para encontrar el camino luminoso de Dios para nuestras vidas, tendremos que hacer lo que dice este pasaje. Tendremos que buscar la sabiduría de Dios con diligencia. Para conectarnos plenamente con el Plan Maestro de Dios, tendremos que ir tras Él con todo nuestro corazón.
La Biblia lo deja muy claro. Nos dice una y otra vez que las bendiciones y la sabiduría de Dios están reservadas para las personas que lo buscan ávidamente. Dice:

● «Bienaventurados los que guardan sus testimonios y con todo el corazón le buscan». (Salmo 119:2, RVA-2015)
● «Busquen al SEÑOR y su poder; busquen continuamente su rostro». (1 Crónicas 16:11, RVA-2015)
● «El que busca y anhela fervientemente la justicia, la misericordia y la bondad, hallará vida además de rectitud (integridad y dignidad con Dios) y honor» (Proverbios 21:21, Biblia Amplificada, Edición Clásica).
● «¡Busquen al SEÑOR mientras puede ser hallado! ¡Llámenlo en tanto que está cercano!» (Isaías 55:6, RVA-2015).
● «En esos días, cuando oren, los escucharé. Si me buscan de todo corazón, podrán encontrarme. Sí, me encontrarán—dice el Señor—. Pondré fin a su cautiverio y restableceré su bienestar. Los reuniré de las naciones adonde los envié y los llevaré a casa, de regreso a su propia tierra». (Jeremías 29:12-14, Nueva Traducción Viviente).
● «Por lo tanto, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas» (Mateo 6: 33).

No puedes vivir sin ella
Según la Biblia Amplificada, Edición Clásica, cuando Dios dice: «Busca mi rostro», quiere decir: «Buscad y requerid mi presencia como su necesidad vital». Una necesidad vital es algo sin lo cual no podemos subsistir. Las personas que piensan que pueden vivir sin buscar a Dios están muy equivocadas. Sin Dios, solo existen. Se están perdiendo por completo la vida real y abundante.
Una vez que nosotros, los creyentes, lo hayamos entendido, nos pondremos serios acerca de buscar a Dios. Una vez que descubramos que se necesita la sabiduría y el conocimiento de Dios para vivir una vida verdaderamente bendecida, encontraremos tiempo para buscar esa sabiduría, sin importar lo ocupados que estemos.
Nos levantaremos temprano en la mañana para pasar tiempo con el Señor o nos acostaremos un poco más tarde y lo buscaremos en la noche. Incluso, apagaremos la televisión. (¡Medita en eso!) Haremos lo que tengamos que hacer.
Obviamente, requerirá de algún esfuerzo. No podemos ser cristianos casuales y encontrar la plenitud de la sabiduría y el plan de Dios para nuestras vidas. No podemos simplemente asistir a la iglesia una vez a la semana, cantar algunas canciones y escuchar un sermón. Ir a la iglesia es bueno, y cualquier medida de búsqueda de Dios nos traerá una cierta cantidad de bendición. Pero, si queremos vivir en poder y victoria, si queremos operar en los dones del Espíritu y ver milagros en nuestras vidas, buscar a Dios debe ser nuestra prioridad N.º 1. Esto es cierto tanto si eres un cristiano como si no.
Es cierto si eres el presidente de los Estados Unidos, si eres una mesera o limpias pisos. Para ser exitoso, debes tener un estilo de vida que busca a Dios por ti mismo. Debes estar determinado a conocerlo personalmente y averiguar lo que Él tiene que decir. Estar dispuesto a buscar… y buscar… y buscar.
¿Qué significa exactamente buscar algo? Según el diccionario, significa “tratar de encontrar, escudriñar, rebuscar, explorar, preguntar, inquirir, aprender, discernir, tratar de adquirir, proponerse y perseguir”. Esta definición, por sí sola, nos da mucho que pensar. Pero la definición hebrea de la palabra buscar añade otra dimensión.
Descubrí esa definición cuando leía un libro de un rabino judío que se interesó por lo que decía el Antiguo Testamento sobre el Mesías. Acudió a varios eruditos y maestros judíos y les preguntó sobre el tema, pero no quisieron hablar con él al respecto. Finalmente, después de convertirse en rabino, decidió hacer su propio estudio de las Escrituras sobre el Mesías.
Descubrió muchas escrituras que instruyen al pueblo de Dios a buscarlo. Aprendí del rabino que, en hebreo, la palabra buscar significa en realidad “investigar”. Así que el rabino decidió hacer exactamente eso. Estudió la Biblia e investigó todas las escrituras del Antiguo Testamento que pudo encontrar sobre el Mesías.
¿Sabes lo que pasó? Ese rabino investigó al Mesías… y lo encontró. Terminó recibiendo a Jesús como Mesías y nació de nuevo.
Aunque tú y yo ya seamos creyentes, podemos hacer lo mismo que hizo el rabino. Podemos investigar a Dios y llegar a conocerlo mejor. Cuanto más de Él busquemos, más de Él encontraremos.
¿Dónde investigamos? Ante todo, en la Biblia. Cuando veas la palabra buscar, piensa en “investigar”.
Creo que la palabra investigación describe mejor lo necesario para andar con Dios. Nos ayuda a comprender lo que significa realmente buscar. Es la mejor palabra para todo lo requerido para vivir victoriosamente en la tierra. Eso es lo que Ken y yo hemos hecho durante más de 55 años. Investigamos a Dios. Cuanto más investigamos, más victoria encontramos.
No hay nada más esencial en tu vida que saber lo que dice la Biblia porque es la revelación de Dios para ti. Dios habla y se revela a ti principalmente a través de Su Palabra escrita. Es la clave para conectarnos con la voluntad de Dios para nuestra vida. Es el lugar donde encontrarás tu Plan Maestro.
La Biblia no tiene tu nombre escrito específicamente en ella. No te dice qué vocación debes elegir. No te dice con quién debes casarte ni cuántos hijos debes tener. Pero, aun así, si haces lo que dice, paso a paso, el plan que Dios tiene para tu vida comenzará a desarrollarse en tu corazón y ante tus propios ojos. V