Verano de 1979
Una mañana a principios del verano de 1979, Gloria Copeland se despertó y salió al patio trasero de su casa en Arkansas; mientras todos dormían, aprovechó el tiempo que tenía para orar.
Era en esos tiempos silenciosos a solas con Dios cuando Gloria recordaba la profecía que había recibido recientemente. Se le había dicho que escucharía del Señor acerca de algo que Él quería que hiciera. Mientras pensaba en esas palabras, ella le habló a Dios desde su corazón, diciéndole: “Señor, sabes que hare cualquier cosa que me pidas. Solo dime qué tengo que hacer.”
Cuando terminó de orar, Gloria entró a la casa para empezar con su día, y minutos después, Dios le habló y le dijo: “Quiero que empieces a enseñar sobre la Sanidad en todas las reuniones.”
En septiembre de 1979, 3 meses después de su encuentro con Dios, Kenneth y Gloria Copeland obedecieron y agregaron la Escuela de Sanidad a cada una de las reuniones que tenían en su calendario para lo que restaba del año – y Gloria comenzó a enseñar acerca de la Sanidad.
Fue en esas reuniones cuando el Señor le instruyó que empezara a imponer las manos sobre los enfermos y a orar por ellos. Y así lo hizo.
A comienzos del siguiente año, con escasas reuniones en la agenda, Gloria pensó que su tarea estaba terminada. Había obedecido y pensó que ahora podía descansar. Pero fue en ese momento cuando vino otra profecía –esta vez a través de su esposo– que le dejó muy claro a Gloria el momento en el que Dios esperaba que la Escuela de Sanidad terminara. El Señor dijo: “Quiero que Mi pueblo esté bien. Tengo el deseo de que Mi pueblo camine en salud. Mi deseo es que Mi pueblo sepa cómo caminar en salud sin importar qué predicador esté en la ciudad. Quiero que Mi pueblo sepa cómo tomar mi Palabra y mantenerse en ella, recibir Mi poder sanador y que sepan que Yo soy el Señor. Quiero que Mi pueblo camine conmigo en salud y vida, que conozcan las cosas buenas que tengo preparadas para ellos”.
“He preparado una mesa delante de ti ante la presencia de tus enemigos. No serán un grupo huérfano, no estarán hambrientos, no tendrán cosas que quieren o desean, porque Yo soy el Dios que provee. Yo soy el Señor que te sana… Voy a tener a Mi Pueblo bien, dice el Señor. Así que mi instrucción para este ministerio es que la Escuela de Sanidad continúe… hasta que Yo regrese”.
Con esta palabra, quedó claro para Gloria que el Señor no solamente quería que ella predicara acerca de la Sanidad, sino que también quería que la predicara hasta que Jesús regrese.
Este año marca el 38° aniversario de la Escuela de Sanidad. Desde sus comienzos en septiembre de 1979, cada Convención de Creyentes y Campaña de Victoria que ha sido convocada por los Ministerios Kenneth Copeland le ha dado a nuestros colaboradores y amigos la oportunidad de recibir la Palabra de Dios respecto a la Sanidad Divina y cómo aplicarla en sus vidas.
Gloria Copeland ha enseñado la Escuela de Sanidad alrededor del mundo a un sinnúmero de personas – declarando valientemente que: “¡Jesús siempre viene a la Escuela de Sanidad!” Miles de personas han recibido la Palabra de Dios referente a la Sanidad, la han aplicado en sus vidas y han visto los resultados.
A Dios sea la Gloria.