Como miembros del Cuerpo de Cristo, tenemos gran autoridad en el reino de los cielos y en las cosas de Dios. A muchos les sorprenderá saber que, aunque los políticos tendrán que responderle a Dios por sus obras, también se hará responsable de ellas al Cuerpo de Cristo.
Somos responsables de todo lo que sucede en la Tierra en la esfera política.
Se supone que la condición del mundo está controlada por nuestras oraciones.
La Iglesia ha recibido el poder de cambiar las cosas. Estamos en un pacto. Tenemos la armadura de Dios y el poder para usar el Nombre de Jesús y el poder de Su sangre.
Dios desea que Su pueblo ore y tome una posición con Él en la fe. Primera de Timoteo 2:1-2 dice: “Ante todo, exhorto a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias por todos los hombres; por los reyes y por todos los que ocupan altos puestos, para que vivamos con tranquilidad y reposo, y en toda piedad y honestidad”. Es de vital importancia que oremos diariamente por nuestros líderes.
También es crucial que le preguntemos a Dios cómo votar. Votar es nuestro derecho y responsabilidad, el cual hemos recibido de parte de Dios. En esta nación y en otras, la gente ha sufrido y perecido para que pudiéramos tener ese mismo derecho. No debemos tomarlo a la ligera. No votar es lo mismo que emitir un voto incorrecto. Sin embargo, hay cristianos en todo el país que ni siquiera están registrados para votar, cantidad suficiente para cambiar todas las elecciones.
Ha llegado el momento de tomar nuestro lugar. Somos responsables.
Cuando Dios habla, debemos escuchar y obedecer, y necesitamos líderes que hagan lo mismo. La afiliación a un partido no es lo que importa. La persona que Dios puede usar es aquella con un corazón dispuesto y la que obedecerá Su voz. Pídele a Dios que nos dé líderes con corazones dispuestos y que defiendan lo que es correcto. Luego, vota como Él te guíe.
Tu voto dirigido por el Espíritu Santo es una semilla poderosa. Cuando votas con fe, en obediencia a Dios, tu hogar estará protegido. Dios cuidará de ti sin importar quién esté a cargo o qué esté sucediendo en el mundo. Entonces, no temas. Recuerda que Dios es tu fuente de provisión, no las personas en el gobierno de turno.
Ya sea que vivas en los Estados Unidos o en otro país, no pierdas la oportunidad que Dios te ha dado de elevar a tus líderes en oración y votar cuando se celebren elecciones. Recuerda: tú tienes la autoridad y la responsabilidad de orar, escuchar y obedecer. Tú tienes voz en el reino de Dios, así que ¡deja que se oiga!
Oración por la Nación: Año Electoral
Padre celestial, me uno con mis hermanos y hermanas en el Cuerpo de Cristo y levanto nuestra nación ante ti. Durante este año electoral tan crucial, reclamo Tu elección personal para cada cargo, en el Nombre del Señor Jesucristo. Danos líderes que tengan corazones dispuestos a escuchar Tu voz y a seguir Tu voluntad. Elimina a cualquiera que se niegue hacerlo. Oro para que todos nuestros líderes conozcan Tu perfecta voluntad y la cumplan. Dales sabiduría y revelación.
Danos líderes que harán lo correcto para que la Iglesia pueda vivir en paz, honestidad y piedad y la Palabra pueda predicarse libremente.
Gracias Padre, porque este país tiene un presidente temeroso de Dios. Declaro que tenemos líderes temerosos de Dios en todas las posiciones de autoridad a nivel nacional, estatal y local.
Revélame SEÑOR cómo votar. Me comprometo a hacer mi parte, y testificaré para alentar a otros a hacer lo mismo.
Declaro que tenemos una participación récord de votantes cristianos en todas las elecciones de este año. Padre: te elegimos a ti. Elegimos orar, escuchar y obedecer.
Gracias Señor, porque la gente de todo el país se arrepiente y se vuelve hacia ti. Nuestra mejor hora como nación apenas está comenzando. Gracias por cuidarnos y protegernos. Declaro que somos, y seguimos siendo, una nación bajo Dios. Te doy toda la alabanza y la gloria por ello, en el poderoso Nombre de Jesús. ¡Amén!