Cameron Arnett conducía por las calles bañadas por el sol de Hollywood con una canción en su corazón. Las palmeras se mecían con la suave brisa, en pie como centinelas a lo largo de la acera que lindaba con los hoteles, restaurantes y teatros. La gente paseaba por las concurridas calles con gafas de sol y bolsas de compras.
Cameron sonrió cuando el semáforo se puso en verde. Sentía como si los ángeles lo estuvieran llevando en sus alas. Su vida había sido buena, según él.
Ahora estaba de regreso en California después de su aparición en el programa de televisión “Película de la semana” en Canadá, donde Cameron había recibido una llamada telefónica que cambiaría su vida para siempre. Había hecho una audición para un papel en una serie de televisión a punto de estrenarse, y lo había obtenido. Mientras contemplaba firmar el contrato, se deleitaba en la bondad de Dios, la cual era algo evidente en su vida; una bondad que lo había rodeado desde siempre según sus propios recuerdos. Aun incluso antes de convertirse en cristiano había estado presente.
Había estado allí cuando nació Camy Arnett en Puerto Príncipe, Haití. Y también se había manifestado cuando su madre emigró a los Estados Unidos y, aunque no podía hablar el idioma, ganaba suficiente dinero para enviarle a toda la familia.
Había estado presente cuando crecía en Brooklyn, Nueva York, y su madre decidió buscar un trabajo en Long Island para alejarlo de las pandillas. Fue durante ese tiempo que decidió mudarse a Miami, donde se destacó en los deportes; incluso fue nombrado mejor atleta del año en la secundaria en una ocasión.
La bondad de Dios incluso siguió a Cameron a través de sus años en la universidad, donde continuó su destreza atlética, y pasó de estudiar medicina interna a decidirse por una carrera en modelaje y actuación.
Fue durante ese tiempo que recordó un encuentro que había tenido con Dios a los 8 años. Parado frente a un ventanal en su casa en Long Island, Cameron le preguntó: “¿Para qué estoy aquí?” Y Dios le mostró una visión de sí mismo de pie en un escenario hablándole a un mar de personas con un trasfondo de erguidos rascacielos por detrás.
Inseguro de lo que significaba, Cameron guardó esa visión para sí mismo, cayendo más tarde en el olvido.
Cuando Atlanta se convirtió en el auge del modelaje, había comenzado a viajar allí por trabajo. Habiendo sido bendecido al encontrar un agente, ganó mucho dinero. Cuando el director de casting de la película The Last Dragon (El último Dragón) le sugirió que se mudara a la ciudad de Nueva York, lo hizo. No obtuvo el papel, pero el director se convirtió en su agente, y lo ayudó a firmar con una agencia de modelos que quería enviarlo a Milán, Italia, antes de establecerse en Nueva York.
Como no quería ir a Milán, Cameron se cambió a la agencia Wilhelmina y se quedó en la ciudad. Mientras estaba en Nueva York, conoció a un grupo de modelos teatrales enamorados de Jesús. Al asistir a una de sus reuniones escuchó hablar a un judío mesiánico, y Cameron le entregó su vida a Cristo.
El cambio había sido cataclísmico. Se había convertido en evangelista de la noche a la mañana.
Luego descubrió algo que lo transformó aún más.
De paso por Miami por un breve período para desempeñar un papel en la serie de televisión Miami Vice, la madre de Cameron le contó sobre el ministerio del Dr. Fredrick K.C. Price, un ministro lleno del espíritu en California. A través del ministerio de Price, le presentaron a los Ministerios Kenneth Copeland y comenzó a ver la transmisión diaria de televisión de KCM.
En cuanto a su carrera como actor, Cameron había tenido mucho éxito. Sus casi 50 papeles como actor incluyeron varias apariciones en series y películas de televisión, incluyendo Doogie Howser, M.D.; Star Trek: The Next Generation; China Beach; The Equalizer (1986); y Miami Vice, así como también varias películas.
Ahora, Cameron había recibido una llamada de su agente para discutir los términos de su próximo contrato.
“Hay escenas de desnudez corporal parcial en este papel”, le informó.
“No hago desnudos.”
“Está bien, hablaré con ellos, y te responderé.”
Cuando su agente volvió a llamar, le dijo: “Hemos llegado a un acuerdo. Han acordado usar un doble para esas escenas.”
Entonces, Cameron escuchó la voz del Espíritu Santo.
Tienes que evitar incluso la apariencia del mal.
“Lo siento, no puedo hacerlo.”
Perdiendo una carrera… aceptando un llamado
“Respetar mis convicciones lo cambió todo”, recuerda Cameron. “No solo perdí ese papel. La agencia me dejó y los trabajos se acabaron. Nadie me contrataba. El punto brillante de todo esto fue que recibí un llamado al ministerio y lo acepté. Pero para mi esposa fue demasiado. Ella solicitó el divorcio y se llevó a nuestros hijos a Florida con ella. Estaba devastado.”
“Tiendo a ver el lado positivo de cualquier situación, pero no poder vivir con mis hijos fue lo más difícil que jamás haya soportado. Pasé por la bancarrota y lo perdí todo. Terminé viviendo en la habitación trasera de una casa que pertenecía a alguien que recibía asistencia social”.
A pesar de los problemas que tuvo que enfrentar, Cameron no renunció a su nueva fe en Dios. Con el tiempo, las cosas comenzaron a mejorar de a poco.
Un día, mientras estaba sentado a solas en la casa, Cameron tuvo un encuentro con Dios.
¿Qué hacen los actores?, la voz le preguntó.
“No lo sé, Señor. Tú eres Dios. Dime, ¿qué hacen los actores?” Cameron respondió.
Los actores crean una nueva realidad. Les permiten a las personas poner en suspenso su propio sistema de creencias en favor de una realidad diferente.
A continuación, escuchó estas palabras:
Camy, has estado en el escenario y has ganado muchos premios por actuar. Creas una realidad diferente. Lo que quiero que hagas es enseñarle a Mi gente a actuar como Yo. Quiero que le enseñes a Mi pueblo que la Biblia es el único guion. Jesús es el único personaje. El Espíritu Santo es el guionista. Personifica eso. Sé Cristo en tu piel. Ten la mente de Cristo.
Mi gente son discípulos. Hijos. Duplicados. Retrata a Jesús ante la sociedad. Cuando Él vio algo que no se alineaba con el cielo, le infundió Su realidad. Abrió los ojos de los ciegos. Él ordenó la voluntad de Dios en la Tierra.
“Al día siguiente de que eso sucedió, el Señor orquestó para que participara en una reunión de Kenneth Copeland”, recuerda Cameron. “Pensé en la forma en que sale del púlpito y camina por los pasillos. Sus ojos son tan penetrantes. Regresa al púlpito y señala con el dedo, ordenando que se haga la voluntad de Dios. Me dije a mí mismo: Él está actuando como Jesús. De repente, todo tenía sentido para mí. Todos somos actores, creando una nueva realidad. El único guion es la Biblia y el único personaje es Jesús.”
“Kenneth Copeland no hace religión. Él actúa como Jesús. Eso es lo que Dios me llamó a hacer. Puse a Cristo primero en mi vida y dejé a Hollywood en el espejo retrovisor. Jamás pensé que volvería a actuar.”
Encontrando una familia
Un día, el Espíritu Santo le habló a Cameron y le dijo: Averigua acerca de tu ahijado. No lo has visto en seis años.
Esas palabras finalmente lo pusieron en contacto con la madre del niño, BJ Rucker. BJ era uno de los personajes más influyentes en Atlanta, con un título en comercialización de moda y una maestría, y había hecho actuación comercial y modelaje. Ella había participado en concursos de belleza y los había ganado a todos.
Luego comenzó a hacer televisión y encendió los ratings.
Ella era la anfitriona de las noticias del mediodía para NBC. Giraba la rueda en el programa “Llamando por Dólares” (Dialing for Dollars), y antes de MTV, ella era una jockey musical para una estación propiedad de Michael Green. También había presentado dos programas en la Televisión Pública de Georgia y había entrevistado a personas como Cicely Tyson, Rosalyn Carter y Lena Horne.
Como brillante empresaria, BJ había establecido su propia productora y era dueña de la compañía que había contratado a Cameron en su paso anterior por Atlanta. Ella había sido su jefa.
Cameron nunca olvidaría la primera vez que la conoció.
Ella había sido arrogante y le había dicho algo para poner al joven modelo en su lugar.
Cameron se había reclinado sobre su escritorio y la había mirado a los ojos, diciendo: “No voy a aceptar eso.”
Ya aclarado el incidente en cuestión, los dos habían establecido una buena relación de trabajo. Años más tarde, después de que cada uno tomara su camino, BJ contactó a Cameron con una solicitud especial. Después de salir de una relación tumultuosa, esperaba un hijo y había decidido criarlo sola, motivo por el cual quería ponerle el nombre de “los dos únicos hombres que conozco que tienen integridad”, le había dicho BJ a Cameron.
Esos hombres eran su abuelo, un expastor, y Cameron.
Cuando nació su hijo, lo bautizó con el nombre de actuación de Camy, Cameron, y el segundo nombre de su abuelo, Clay. Cameron voló de Nueva York a Atlanta para asistir a la ceremonia de dedicación de su ahijado. Ahora habían pasado cinco años y no había vuelto a hablar con BJ desde entonces. Aunque la había llamado en numerosas ocasiones, ella nunca le había devuelto las llamadas.
Obediencia a Dios
“Había escuchado las llamadas de Cameron durante semanas, pero no las había respondido”, recuerda BJ. “A mi padrastro le habían diagnosticado cáncer terminal y me quedé con él hasta el final. Era el hombre más querido y había sido un padre maravilloso para mí. Él continuaba diciéndome: ‘BJ, tu esposo y tus hijos están en camino.’, a lo que yo le respondía: ‘Papá, los medicamentos que tomas están hablándome.’”
“Me había entregado completamente al Señor. Llevaba un anillo de bodas y les decía a todos que estaba casada con Jesús hasta que Él me trajera uno como Él.”
“Después de que papá falleció, un día estaba en mi casa limpiando cuando Cameron llamó. Dios debe haberme empujado, porque un minuto estaba en el pasillo y al siguiente casi me caigo sobre el teléfono cuando sonó. Hablamos durante cinco horas, y cuando colgamos el teléfono, nos íbamos a casar”.
Cameron abordó un avión y voló a Atlanta. Él conocía la voz del Señor. Sabía que le había dicho que BJ sería su esposa. En verdad, no se conocían muy bien. Habían sido amigos durante algunos años mientras trabajaron juntos. De lo contrario, el único contacto que tuvieron fue cuando asistió al bautismo de su hijo.
“Yo estaba en la ruina y había perdido todo”, recuerda Cameron.
“BJ, después de haber vivido una vida poderosa, en televisión, teniendo su propio negocio y saliendo con millonarios, ahora también estaba sola, devastada por la pérdida. Y sin embargo, ella estaba con Dios.”
“Le pedí que se casara conmigo, y ella aceptó. Esto no sucedió porque estuviéramos completamente enamorados. Ambos estábamos simplemente siendo obedientes al Señor. Después de comprometernos, pasamos los siguientes nueve meses conociéndonos. Nos casamos en noviembre de 1998, rodeados de todos nuestros hijos. Fue una dicha, y nos enamoramos más el uno del otro cada día”.
Creciendo una iglesia
En 1998 Cameron y BJ comenzaron la Iglesia New Light Dominion como un estudio bíblico. Pasaron de tener servicios en su casa a una sala de cine en el área acomodada de Buckhead en Atlanta.
“Recogíamos botellas de cerveza y palomitas de maíz antes de cada servicio”, recuerda Cameron. “A medida que la iglesia crecía, nosotros también crecíamos.”
Manteniendo su conexión con KCM, programaban sus vacaciones para poder asistir a las Convenciones y Campañas de Victoria del ministerio, viajando a Washington, D.C.; Fort Worth y Nashville, Tennessee. “Ambos ya habíamos estado fortaleciendo nuestra fe durante años leyendo materiales de KCM, incluida la revista, y viendo las transmisiones del programa LVVC. Estábamos enseñando a las personas a vivir por fe, a actuar como Jesús y a hacer proezas para Dios. Estaba muy feliz predicando el evangelio.”
En el 2013, BJ estaba en camino para encontrarse con un amigo y tomar un té cuando escuchó al Señor decirle: “Esa es la persona que quieres. ¡Necesitas a Cameron Arnett!”
Durante el té, la amiga de BJ sacó un libro que había escrito y que estaba siendo adaptado en formato de película. Ella mencionó el nombre del hombre que quería contratar para uno de los personajes. “Esa es la persona que quieres.”, le dijo BJ. “¡Necesitas a Cameron Arnett!”
“¡BJ! ¿Crees que aceptaría?”
“No le preguntaré”, respondió BJ. “Tendrás que acercarte a él a través de una agencia.”
De vuelta en casa, Cameron le preguntó a BJ cómo había sido su encuentro. Ella describió la conversación.
“¡No!”, le dijo alejándose.
Un cambio de planes
“Durante dos semanas seguí recibiendo la misma historia en mis sueños”, recuerda Cameron. “Más tarde descubrí que estaba soñando la historia del libro que se estaba adaptando en película. Era una película cristiana llamada Stand Your Ground (Mantente firme). El Señor me dijo que fuera a la audición. Al principio dije que no, pero por supuesto obedecí y obtuve el papel.
“A continuación, los papeles seguían llegándome. Le dije a Dios que nunca perseguiría otro papel; que si Él quería que mi vida tomara esta dirección, no quería hacer audiciones. Desde entonces, he actuado en 18 películas y solo realicé audiciones dos veces.”
En el 2018, y mientras estaba en Nashville para una reunión con la junta del International Christian Visual Media, Cameron acababa de bajar de la escalera mecánica cuando escuchó a alguien que gritaba su nombre. Era Alex Kendrick quien, con sus hermanos, Stephen y Shannon, son los conocidos productores y directores de películas cristianas tan populares como Flywheel, Facing the Giants (Enfrentando los gigantes), Fireproof (A prueba de fuego), Courageous (Valiente) y War Room (El Cuanto de Guerra).
Alex invitó a Cameron a cenar y le contó la historia de su nuevo guion cinematográfico: una película titulada Overcomer (Vencedor) y el papel de un personaje llamado Thomas Hill.
“No sabía que este tipo sabía quién era yo o que incluso estaba en su radar”, recuerda Cameron.
“Me gustaría que consideraras este papel, pero tendrás que pasar por el proceso”, le dijo Kendrick. Eso significaba que, si quería el papel, Cameron tendría que hacer audiciones. Este accedió y obtuvo el papel de interpretar a un ciego.
“Realmente vi a Dios manifestarse en las audiciones”, dice Cameron. “Odio las audiciones, y sabía que Dios estaba en medio de todo esto.”
Cuando Overcomer se estrenó en agosto pasado en más de 1700 cines, estaba entre las 5 mejores películas. “Las películas suelen tener una vida útil de aproximadamente dos semanas”, nos explica Cameron. “Actualmente estamos en nuestra quinta semana y nos estamos expandiendo a otros 300 teatros. Hasta ahora, se ha traducido a 71 idiomas y está a punto de cubrir el mundo entero.”
“Las películas cristianas son el género de más rápido crecimiento en la industria. Sony ha establecido Affirm, que es el estandarte bajo el cual se hacen las películas de los hermanos Kendrick. Lionsgate ahora anuncia Kingdom Studios para sus películas cristianas.”
Después de que su carrera que tanto deseaba le fuera arrebatada por defender sus convicciones, y luego de ver cómo Dios restauraba todo lo que había perdido, pero en un nivel mucho más alto, Cameron ahora comprende por qué Dios le preguntó hace tantos años: ¿Qué hacen los actores?
“Esto no ha cambiado lo que hacemos, sino el campo en el que lo hacemos”, dice Cameron. “Dios nos ha hecho salir de las cuatro paredes de la iglesia hacia un ministerio global. En lugar de llamarnos una iglesia, hacemos lo que siempre hemos hecho con Camy Arnett Productions.”
A través de la película, Cameron y BJ Arnett están llevando el mensaje del evangelio al mundo. En diciembre de 2019, Camy Arnett Production Studios estrenó su primer largometraje, Mattie: The Discovery, como parte de una trilogía.
“Creo que Dios está usando estas películas para ayudar a traer la última gran cosecha de almas”, dice Cameron.