¡Sanada de Lupus!
Sufrí de lupus por muchos años. Era una alcohólica y no tenía una buena vida. Me es difícil hablar de eso, ¡pero he sido sanada totalmente de lupus! El doctor siempre dice que está en remisión, pero han pasado ya al menos 38 años y no hay señales de él. “¡Sanada en el Nombre de Jesús!”
L.P. | Rock Falls, Ill.
Encarcelamiento fructífero
Dios bendiga a Kenneth y a Gloria Copeland. De joven pasé un tiempo en prisión, y mientras estuve allí, me acerqué al Señor. Asistí a todo estudio bíblico y servicio disponible de la iglesia. Leí los devocionales y las devociones diarias, incluyendo el Devocional Crezcamos de Fe en Fe, y fui verdaderamente bendecido. Tomé notas cada vez que veía los servicios de Copeland en la televisión. Podemos decir que pasé cinco años en un “servicio completo” de mi sentencia. Me aferré a Dios y me acerqué a Él cuando cambió mi corazón. A raíz de esta encarcelación escribí un libro de poesía y también otros libros de la vida cotidiana en prisión. Leyendo, escribiendo y escuchando a gente cristiana como Kenneth y Gloria, me hice fuerte en el Señor. Quiero agradecerles a ambos por sus oraciones, por su aliento y su amor.
R.W.T. | Louisville, Ky.
Mi hijo ha sido librado
Llamé pidiendo una oración de común acuerdo por mi hijo, para que fuera librado del alcohol y dedicara su vida a Cristo una vez más. Él lo ha hecho, ¡alabado sea Dios! Él camina sobrio y sirve al Señor. Dios es muy bueno.
C.J. | Carolina del Sur
‘¡El tumor se ha ido!’
Quiero testificar sobre la sanidad que recibí a través de Gloria Copeland. En ese momento yo no era un creyente y no conocía al Dios viviente. Un día estaba viendo televisión y vi a una mujer. Ella dijo que impusiéramos nuestras manos en zonas con dolencias y que Jesús nos sanaría; decidí hacerlo. Yo no era un creyente y no me di cuenta de que Gloria estaba declarando la Palabra de Dios y que Jesús estaba sanando. Los médicos encontraron un tumor en mi cuerpo y me recetaron medicamentos. Dijeron que sería un proceso largo.
Dos semanas después de la oración, fui a hacerme pruebas y ¡el tumor se había ido! La doctora no podía creer lo que veía. Ella me dijo que era la primera vez que en su práctica veía un tumor desaparecer en tan poco tiempo. Era imposible, ¡pero para Dios todo es posible! Ahora ya llevo seis años con Dios y entiendo que nos ama a todos, creyentes e incrédulos. ¡Estoy tan agradecido con Él por la sanidad!
G.T. | Kharkov, Ucrania
La oración alivió su dolor de espalda
Solo quiero que sepas que me siento mucho mejor desde que oraron por mí. Estoy tan agradecido con el Señor y con usted por su ministerio. ¡He tenido dolor de espalda por muchos años y es una gran bendición ser sanada! ¡Me siento como una persona nueva! ¡Tengo 77 años y ahora espero emocionada el resto de mi vida sin dolor! No tenía ganas de estar en el ministerio de manera activa… pero ahora sí. ¡Muchas bendiciones para ustedes por su fidelidad!
Darlene H. | Valencia, Calif.
‘Creyéndole a Dios por una casa’
Gloria publicó sus escrituras “Creyéndole a Dios por una casa” en la revista LVVC de octubre de 2017. En noviembre pusimos nuestra casa a la venta. Al día siguiente, la segunda persona que la miró la compró. El proceso de venta tuvo algunos baches, pero seguimos firmes en la Palabra y todo pasó muy rápido.
Encontramos nuestro nuevo hogar y es una gran bendición. Sabemos que estamos en el lugar correcto en el momento correcto. Nos mudamos a nuestra nueva casa el 21 de diciembre, y este es mi hogar. ¡Mi corazón está pleno! ¡Alabado sea el Señor! Gracias por todo lo que hacen y por enseñarme sobre mi autoridad y mi posición en la Palabra. ¡Los queremos a todos!
C.S. | Alabama
Creciendo en la Palabra continuamente
Este testimonio es sobre la revista LVVC de enero. Estaba teniendo unas mini-vacaciones con mi hija y mis nietos; temprano en la mañana bajé al vestíbulo a tomar un café antes de que todos se despertaran. Tenía la edición de enero de la revista para leerla. El primer artículo trataba sobre el perdón y pensé: escucho al hermano Copeland todo el tiempo y sé todo esto, y como él dice: “las pequeñas zorras estropean la viña”, y que debemos mantener el perdón siempre listo. Así que casi salteé ese artículo, pero tenía mucho tiempo y un buen café, a la espera de que todos se despertaran, así que lo leí.
Muy pronto estaba inmersa en el artículo y al final, solo dije en mi corazón: Muy bien Señor, ¿hay algo que no haya perdonado? Alrededor de cinco cosas inmediatamente aparecieron en mi corazón y sin dudarlo perdoné y me arrepentí muy rápido. Le dije al Señor entonces que nunca se puede dar por hecho que ya sabes algo y que lo entiendes. Es un aprendizaje constante y un crecimiento continuo, incluso en temas que creemos que conocemos mejor. Lección aprendida. Solo quería darles las gracias por la versión impresa de la revista LVVC, que sin duda es una bendición. Los amo a todos y gracias, gracias, gracias; espero nunca volver a pensar, he escuchado esto antes.
Duchess M. | Missouri