Ken Copeland, tendrás que animarte ahora mismo. Tendrás que moverte al ministerio de sanidad un poco más rápido de lo que has pensado que tendrías que hacerlo, porque el tiempo es corto.
“Hubo un momento en el que pudiste esperar para alistarte para ciertas cosas. No estás adelantándotele a Dios; estás caminando al lado de Dios. Tendrás que poner más énfasis en ciertas áreas en las que ya sabes que debes hacerlo. Particularmente, en el área del ministerio de la sanidad”.
“Y ahora, te separo por la dirección de la Cabeza de la Iglesia, el Señor Jesucristo. Por la autoridad que me ha sido investida como profeta de Dios, te separo al llamado de Dios. Y ahora, la unción del poder de Dios y el Espíritu vienen sobre ti. Y por fe, te impartimos, por la dirección de quien es la Cabeza de la Iglesia, el poder, los dones y la dotación necesaria para equiparte para esta oficina. Y a pesar de que comienzas en la parte inferior de la escalera, subirás; subirás más alto, aun mas alto; este ministerio crecerá, crecerá y crecerá. Y los hombres lo entenderán, y muchos que estaban sentados en tinieblas se regocijarán porque verán la luz. Y serás una bendición para muchos. Y en aquel día, muchos, muchos más se levantarán y te llamarán ‘bienaventurado’. Y tendrás motivo de gran alegría”.
—Profecía entregada a Kenneth Copeland por Kenneth E. Hagin, Julio de 1977